5 de abril de 2011

Stanley publicó una columna en el sitio de NME, comentando acerca de The Universal Sigh.

El 28 y 29 de Marzo, miles de miles de copias de una publicación llamada The Universal Sigh fueron entregadas en muchas de las ciudades más grandes del mundo. Mucha gente debe estar preguntándose ahora por qué sucedió eso.

Pues, ya he regresado de Londres, de Brick Lane, donde un perpetrador amigo y yo repartimos cerca de 3000 copias gratuitas de The Universal Sigh fuera de una tienda de música llamada Rough Trade East.

Esta era la culminación de una idea que nació con una furiosa masa de gente en la que me vi envuelto en la boca de la estación de subterraneos de Oxford Circus. donde en medio del tumulto de gente había valientes repartidores del London Lite, el Metro y el Standard, tratando de repartirlos.

La idea del diario comenzó algunos meses antes, en el verano. Dejé un diario en un banco al sol, y cuando regresé a buscarlo algunas horas después, ya había comenzado su inevitable deterioro. El papel se había ondulado levemente, lo blanco se había puesto amarillo y lucía más delicado y precario que antes. Pensé que éste era un medio espectacular.

No hay mucho de archivo en un periódico. No pretende ser definitivo; solo porque un periódico aparece no esperamos que las noticias dejen de suceder o que los deportes finalicen. Un periódico es simplemente una declaración, un recuento de cómo estaban las cosas al momento de ser escrito. Los periódicos ni siquiera son preservados. La mayoría de ellos son reciclados y transformados en más periódicos.

El último empaque que realicé para un álbum fue el robusto montón de cartón y papel que acompaño a In Rainbows, pero algo de esas características era totalmente inapropiado para este álbum, que es más un documento del trabajo en progreso.

Luego de una larga concatenación de ideas, las reuniones de rigor, conversaciones, trabajo, dudas, preocupación y miedo a lo desconocido, produjimos un periódico color de tamaño grande de 36 páginas que iba a ser presentado, junto con otros varios artículos, con el álbum The King of Limbs.

Luego, en respuesta con la idea que comenzó con el encuentro con los viajeros de Oxford Circus, hicimos otro. The Universal Sigh era un tabloide de 12 páginas, impreso usando litografías de offset web en papel de periódico, tal como el LA Weekly, el London Lite o el Daily Mail. Quizá hasta los hayamos impreso usando las mismas máquinas.

Los periódicos pueden, seguramente, ser vistos como una reliquia del pasado; un formato en extinción que no tiene lugar en el mundo moderno, donde el contenido digital se integra sin problemas con la plétora floreciente de aparatos brillantes, computadoras tablet portables y e-readers, laptops, netbooks y smartphones.

Pero también es un códice de información que no se colgará o corromperá en papel crujiente, que genera placer táctil, nos ensucia de tinta los dedos y hace que hojeemos sus páginas. No será inútil sin energía eléctrica; no terminará en las costas del algún lugar lejano, con sus entrañas comidas por niños con bajos salarios. Pero si, con el tiempo, lentamente se arrugará, se pondrá amarillo, perderá intensidad y despedazará, como todos nosotros.

artículo original (en inglés)

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