6 de abril de 2014

El pasado Lunes 31, Nashville Cream publicó una entrevista con Jonny Greenwood aprovechando su paso por el Big Ears Festival el fin de semana anterior. Entrevista por Claire Dodson.

– ¿Habías escuchado sobre Big Ears antes de que te invitaran a tocar?
Nunca. No había escuchado sobre Knoxville.

– Está bien
No, no está para nada bien. Lo pasé muy bien. Este festival es muy interesante. Asumí que sería en un campo, bajo una carpa. Esa es mi idea de un festival. Pero es interesante que tenga lugar en las diferentes salas de la ciudad. Estaba en la galería de arte viendo a Wordless Orchestra tocar «Shaker Loops», y se siente bien ir del salón a un bar o un restaurante. Es una buena mezcla de diversión y música.

– ¿Cómo sientes que se refleja tu estilo musical con la onda experimental de Big Ears?
Creo que las líneas están bastante borroneadas ahora entre gente que toca en bandas y gente que escribe lo que supongo llamarías música clásica. La mayoría de los compositores que me gustan estaban en bandas cuando eran más jóvenes. Crecieron escuchando música popular en la radio. No se puede pensar en un músico clásico como alguien que vive en una burbuja fuera de la cultura popular. Ya no es cierto, y no lo ha sido por 40 años o más.

– Creo que sos la encarnación de eso
Desde mucho antes. El jazz, sabes, ha sido una gran influencia en la música clásica de los 20 y los 30. ¿Qué quiero decir? ¿Cómo encaja? No lo sé; esta pieza (de Steve Reich) fue compuesta para guitarra eléctrica y es muy interesante usar de esta manera el instrumento. Me hace pensar en las guitarras de una forma diferente. Pero si, honestamente, es un honor haber sido invitado.

– ¿Cuándo conociste a Steve Reich?
En Polonia, en un festival allí. Toqué por primera vez mientras él escuchaba; yo estaba muy nervioso. Pero él es muy cálido y me alentó.

– ¿Lo habías escuchado antes de conocerlo?
Si, pero desde que lo escuché en vivo, cobró otro sentido. Es algo que me emociona mucho. Creo que debes ver el esfuerzo físico que implica hacer música … Generalmente, las grabaciones de música clásica moderna son malas para el género. Creo que hoy en día las grabaciones reciben muchas críticas, lo cual es una pena. Cuando estás en una sala con unos cuantos músicos que transpiran y deben concentrarse para llevar adelante esta especie de animal, y mantenerlo vivo y andando, es cuando ves el esfuerzo que implica. Puede transformar la forma en la que piensas a la música. No lo sé. Cada vez me obsesiono más con la música en vivo y ya no confío tanto en las grabaciones.

– ¿Cómo describirías la música que intentas crear? El efecto que intentas lograr…
Se trata de simplemente estar alrededor de orquestas como Wordless Orchestra ayer. Escuchar lo que pueden hacer con sus instrumentos y darme cuenta de lo emocionante de tener algo de control sobre lo que tocan. Es algo tan complicado. Algo tan irrepetible. Puedes pedirle a alguien que lo toque de nuevo y obtener un resultado tan distinto.

– Entonces ¿Cómo se compara tocar con Radiohead a componer scores de películas o tocar solo? ¿Se siente diferente?
No lo pienso como «tocar solo», simplemente soy parte de la orquesta con la que toco, o estoy con la banda, o trabajo junto a un cineasta haciendo música para su película. No tiene mucho que ver conmigo. Es como escribir un libreto para una película. Hasta que no tengas los actores y un camarógrafo, simplemente es un papel con media idea. Es solo la mitad.

– ¿Cómo reaccionas cuando, por ejemplo, Rolling Stone te coloca en la lista de los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos? ¿Sientes presión por la reputación que tienes de ser tan hábil en lo que haces?
Nunca me gustaron mucho los guitarristas, por lo que no siento nada particular. Solía simular que me molestaba, porque no creo que sea algo a lo que aspire. No me molesta, pero siempre odié las publicaciones sobre guitarras o la gente que colecciona guitarras. Creo que es muy aleccionador mirar las primeras fotos de los Beatles, donde tienen guitarras nuevas que compraron en la tienda. Y ahora se considera a esas guitarras como las únicas … las más valiosas y las mejores. Creo que si haces música actualmente, eso es lo que deberías hacer en realidad, o al menos mezclar los estilos o épocas musicales. A veces se siente como si todavía fuera 1968 cuando hablas con gente que se apasiona por las guitarras.
¿Cómo me siento? Es muy halagador, claro. Es muy lindo. Me gusta tocar la guitarra y lo disfruto y todo eso es bueno. Pero no me siento mucho como … es como emocionarse sobre máquinas de escribir o algo así. Siempre me impresionó más la forma en la que se usan las guitarras en una composición. Por ejemplo, nunca escucharía un álbum con un solo de guitarra y me sentiría como si … es como si, a menos que lo que esté haciendo la guitarra sea parte de la canción, me siento un poco apenado y avergonzado por ese álbum. Y todos mis guitarristas favoritos han sido parte de bandas. Escuchas un álbum de Iggy Pop o algo así y las partes de guitarra son hermosas, pero es parte de un equipo; no se trata de posar. Lo cual da un poco de vergüenza, ¿no?

– Hablé con Steve Reich por teléfono y habló muy bien de gente como Bryce Dressner (de The National) y de ti, que tienen una base clásica pero también son estrellas de rock. ¿A quién ves como la próxima generación de eso? ¿Quiénes son los próximos?
No sé; cada vez me obsesiono más con los músicos clásicos jóvenes. Hay una orquesta en Londres que se llama London Contemporary Orchestra para quienes comencé a componer y me parecen muy modernos. Están obsesionados con tocar en vivo y tocar sus instrumentos y música nueva. Encuentro eso más extraño que escuchar grabaciones y creo que esa es mi impresión ahora. El yo jóven … Dios! eso es algo que me da miedo pensar.

– ¿Cómo encaras la composición de un score?
Usualmente escribo mucha música para la película sin una idea definida sobre dónde irá esa música. Por esa razón generalmente hay mucha más música de la necesaria y algunas cosas son elegidas para algunas escenas. O al menos así es como pasó con There Will be Blood. Recientemente he estado intentando escribir música para una película terminada, lo que fue interesante. Todavía estoy aprendiendo en realidad. Todavía no hice una persecución de autos o algo emocionante. Ningún duelo. Todavía quedan algunas cosas que no hice.

– ¿Qué es lo más importante para vos? Si no se trata de hacer listas con los mejores guitarrista ¿qué es lo que te parece valioso?
Disfruté mucho ayer porque llegué y tuve todo un día de ensayo con la Wordless Orchestra, ya que no los había conocido; practicamos todo el día y dimos un show que disfruté mucho. Esa sensación de no saber si todo irá bien que se evapora tan pronto como acaba el concierto. Lo encuentro muy peculiar. Estamos tan acostumbrados a la idea de que la música es repetible, de que pueda serlo. Tengo la intención de escribir música para conciertos y no grabaciones, y creo que eso es muy emocionante. Quiero hacer más de eso.

– Entonces, siento que debo preguntar. ¿Cuándo tendremos un sucesor al álbum de Radiohead de 2011?
Pues, nos encontraremos a fines del verano y lo planearemos. Pero tú sabes, somos un animal lento, siempre lo fuimos. Creo que decidiremos en ese momento qué haremos después.

– ¿Y qué sigue para ti?
Yo seguiré presentándome con London Contemporary Orchestra. Es un poco exclusivo, claro, porque un poco tienes que insistir en que la gente esté ahí. Hay un poco de esnobismo, lo cual es una pena, pero es divertido. Ya no confío en los micrófonos y altavoces; no creo que lleve a la orquesta a tu cuarto. Cuando comienzas a verlo así, cuando ves que la música en vivo es algo muy particular, es fácil olvidarlo. Crees que no necesitas ver conciertos clásicos porque tienes tu box set de las sinfonías de Beethoven; que no necesitas más. Es interesante cuando te das cuenta de que no es así.

(c) Claire Dodson
(c) Claire Dodson

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