Para cuando terminó la gira [junto a Alanis Morissette, en 1996], Radiohead no podía esperar para entrar al estudio. Tenían la libertad de grabar en el lugar del mundo que quisieran pero optaron por establecerse en el sur de Francia, como para poder disfrutar del vino y quejarse sobre estar mal bronceados. Sin embargo, cuando Colin y Thom se toparon con una mansión isabelina enorme en medio de un valle descampado en las afueras de Bath, decidieron imitar a Led Zepellin y mudarse a Avon.
Radiohead comenzó a relajarse y divertirse en la mansión, que tenía jardines privados enormes, entre formales y tenebrosos: «como los jardines en Alicia en el País de las Maravillas, donde juegan croquet con los flamencos» – y un palacio para explorar. Justamente, el croquet se volvió un pasatiempo y las Olimpíadas de Croquet se extendían hasta bien entrada la noche. La zona recibía constantemente barriles de vino fino y bolsas de buena hierba, y las cenas eran siempre a la luz de las velas en el comedor – «simplemente para mantener la onda ‘rock en la mansión’ de Deep Purple», dice entre risas Colin. Sin embargo, después de dos años de pasear por el mundo, sentir el clamor de las masas, quejarse de los ruidos en los monitores, del ruido de los aviones y del tráfico que se cuela en las habitaciones de hotel en las partes centrales de las ciudades, el silencio repentino parece haber afectado a Thom. «Era un silencio completo – algo muy extraño», dice con un escalofrío. «El tiempo se detuvo completamente. La primera semana, no salimos de la casa par nada, y después de unos días comencé a sentir que estábamos en una pequeña isla, separados del resto del universo. Salía a caminar por el jardín y escuchaba la música saliendo de la casa en la oscuridad; de fondo escuchabas zorras en celo aullando, algo que es bastante atemorizador. Y comencé a sentirme un poco …. incómodo».
Sin embargo, la banda siguió tocando – Philip grabó sus partes en un cuarto de niños vacío, acompañado de muñecos de peluche; un eclipse de luna le dio pie a algunos cuellos con tortícolis y charlas filosóficas bajo la influencia de la marihuana. Como Thom no podía dormir en absoluto, pasó mucho tiempo navegando por Internet hasta que alguien pudo establecer su dirección y comenzó a molestarlo. Las letras de «Fitter Happier» (narradas por una voz parecida a la de Stephen Hawking), con su honestidad brutal y el pertubador final de «un cerdo/en una jaula/medicado», comenzaron como una historia publicada en la red a las 4am. Pero todavía le costaba enfocarse.
Tratando de llegar al meollo de su sonido de otro mundo, Select declara que OK Computer suena poseído. Hay una presencia extraña en el álbum – la música suena completamente ajeno al tiempo y el espacio. Suena como algo que te atraviesa. La cara de Thom se enciente, y después se muestra sorprendido: «si, pues, lo hizo … ehm … creo que lo que quiero decir es que me sorprende que transmita eso. Ese estado mental». Se detiene nuevamente «cosas raras pasaban en ese lugar. Las cintas comenzaban solas, se detenían, retrocedían, grababan … hicimos que las revisen y seguía pasando».
Algo que ver con fantasmas? Yorke habla muy cuidadosamente. «Estaba con Danny, que hace nuestro arte de tapa, y escuchábamos y veíamos cosas por todas partes. Grabamos en dos sesiones diferentes, y la segunda vez que fuimos, la casa no nos quería allí. Por supuesto, todo esto probablemente sea solo mi imaginación y el hecho de que estaba drogado … y no quiero que publiquen ‘OK Computer se grabó en una casa embrujada’ porque ya habíamos establecido el humor del álbum antes de ir y ya sonaba … hechizado. Tu sabes, simplemente elegimos la casa porque se veía hermosa y queríamos grabar en un lugar donde estuviéramos felices. Pero personalmente me afectó mucho»; mira con ojos cautelosos.
«Absorbes la energía que hay a tu alrededor y … yo siempre hacía chistes al respecto, pero se sentía miedo en todas partes, de donde sea que salía. Todo era miedo – saliendo de las paredes y el piso. Y no sé si trajimos el miedo, o lo atrapamos ahí, o si eran las drogas, no lo sé. Pero cuando comenzamos a grabar, salieron. Espíritus muy extraños; la casa se convirtió en un pantano, y estábamos atrapados en él. Me tomaron de los tobillos y me sacudieron hasta que no quedaba nada por caer. Había un fantasma muy claustrofóbico … y es por eso que no puedo escuchar actualmente el álbum. No quiero recordar muchos detalles de eso».
Además de los fantasmas que generan vibras invisibles, en el álbum hay una sensación enorme de distanciamiento y asco hacia casi todo el mundo. Thom asevera feliz y agrega que The Bends había eliminado la mayoría de la «grasa mental» que lo venía molestando, y después de lanzarlo se sintió más fuerte y lleno de energía. «Pero después volvía a casa, encendía el televisor y lo único que veía eran heladeras y planchas». Thom explica un poco más. «Ver a algunos miembros del parlamento en el sureste del país, estrechando manos, haciendo politiquería; después alguien viene y les tira huevos, algo que no era necesario ni bueno, pero yo solo podía pensar que venía viendo esto muy seguido. Hay mucho de leer titulares y sentirte impotente; mucho del álbum es sobre eso».
La lectura de The State We’re In de Will Hutton y The Age of Extremes de Eric Hobsbawm parece haber cambiado la perspectiva de Thom de ‘rockear a los votantes’ a ‘mandar a la mierda a los votantes’. «Si, apoyamos a ‘rock the vote’ solo porque por cómo funciona el sistema político, parece extraño elegir entre dos sistemas anticuados e inviables. Tenemos que ir más allá de eso, porque en este momento es como los vaqueros y los indios. Y toda la mística de la economía es fascinante. Es el mito más grande del siglo».
Solo podemos sospechar que Thom se refiere a la supremacía económica del Primer Mundo, que está tan endeudado como el Tercer Mundo pero se mantiene a flote solo porque es dueño de todos los bancos a los que le debe el Tercer Mundo. Rock and Roll!!!!
Fragmento del artículo Todo era miedo publicado por Select Magazine en Julio de 1997.