17 de agosto de 2019

Publicado por The Times, el 17 de Agosto de 2019.

El libro que estoy leyendo
Estoy terminando una comisión orquestal, así que no tengo mucho tiempo para leer. Si pudiera leer algo, serían ensayos familiares de Clive James. Ayer leí uno de la colección As of this Writing, que tienen ensayos muy buenos sobre Primo Levi. Recién este año leí If This is a Man de Levi por primera vez. Tuvo un gran efecto en mi; probablemente lo tenga en todos, por supuesto. Un efecto que se potencia con los ensayos de James. Concentra muchos de los aspectos de mi vida cultural, echando nueva luz sobre cosas que ya disfruto y llevándome a nuevos intereses.

Un box set del que no puedo despegarme
Hace muy poco tuve tiempo para ver A Touch of Cloth [un policial] – es muy gracioso y lo prefiero antes que los dramas muy serios y centrados en los asesinatos que parodia. Cualquier cosa que comienza con un detective entrando a la escena de un crimen me desmotiva. A menos que el detective sea DI Jack Cloth.

Mi autor favorito o libro
La trilogía Sword of Honour de Evelyn Waugh. El humor burlón se siente muy sincero: el Capitán Crouchback no recibe el ascenso de jerarquía, pero está bien porque «es un buen perdedor – o por lo menos uno experimentado». Pero solo para mencionar algo diferente ¿por qué no Beware of Pity de Stefan Zweig?

El libro que me gustaría haber esrito
Supongo que debería mencionar una novela, pero disfruté mucho leyendo The Unfolding Language de Guy Deutscher – en otra vida, hubiera estudiado lingüística. The Language Instinct de Steven Pinker es otro que leí muchas veces.

El libro que me avergüenza no haber leído.
Oh, es una lista interminable. Austen, casi todo Dickens, The Great Gatsby, el que se te ocurra … y lo peor es que soy de los que siempre se refieren a, por ejemplo Kafka, sin haber leído nada de ellos – y mi esposa me vive comprando libros de ellos. Debería hacerlo. Leo más poesía que novelas, pero sé que me estoy perdiendo cosas muy buenas.

Mi serie de TV favorita
Curb Your Enthusiasm es una obra maestra. Improvisar el libreto en una comedia es algo impresionante en sí mismo – es algo tan gracioso que te hace dudar. Los actores trabajan con guías generales de las escenas y comienzan con quizá una o dos líneas de diálogo que deben incluir y comienzan el rodaje. Me hace muy feliz verlos.

Mi pieza de música favorita
Tantas … un ejemplo es el Adagio del Décimo cuarteto de Cuerdas de Shostakovich. Es una pieza angustiante perfecta.

Mi serie radial favorita
In our time de Radio 4, particularmente porque también cubren ciencias. Cuarenta minutos completos discutiendo, por ejemplo, enzimas con tres estudiosos del tema – esa es mi idea de un buen programa de radio. Melvyn Bragg tiene el entusiasmo necesario para aprender, combinado con un toque de impaciencia ante alguna imprecisión o fruslería. Y generalmente hay un momento, a los diez minutos de comenzar, en el que los invitados tienen un espacio abierto hablar en profundidad sobre su temática, en lugar de solamente reproducir fragmentos de algo. Debo decir, sin embargo, que el episodio sobre filosofía es demasiado para mi.

Mi película favorita
Algo reciente: me encantó Cold War de Pawel Pawlikowski – creo que es por lejos la mejor película que vi el año pasado; el espectro histórico y romántico es enorme, pero está realizada con mucha claridad y orientación a la narrativa.

Y el podcast…
Rule of Three es muy bueno – tres escritores cómicos talentosos, que escribieron A Touch of Cloth además, hablando entusiasmadamente sobre diferentes libretos en cada episodio. Han hablado de Father Ted, Blue Jam y Big Lebowski (películas que amo). Es bueno tener alternativa a los cientos de podcasts con comediantes hablando con otros comediantes porque se centra en las habilidades del escritor. Las pocas veces que Radiohead se presentó en programas de TV estadounidenses, como por ejemplo Late Show de Letterman o Saturday Night Live, siempre pasábamos por un cuarto con el cartel de «sala de los escritores» y me parecía algo aterrador y romántico – mucho más que los vestidores de las estrellas.

Mi placer cultural más vergonzoso
Esta pregunta siempre genera respuestas poco sinceras. Si realmente me avergonzara disfrutar algo, no se lo diría a nadie – especialmente a un periódico. Supongo que me avergüenza un poco llenar libros de crucigramas crípticos en lugar de leerlos. Son goma de mascar para el cerebro y muy adictivos sin ser satisfactorios.

Si pudiera ser dueño de una pintura…
Soy terriblemente daltónico, por lo que sería un desperdicio conmigo. Y todas mis pinturas favoritas de, por ejemplo, Francis Bacon, son de dominio público y se exhiben públicamente, y eso suma al placer de la experiencia. Ser dueño de eso se siente estúpido – nadie más lo vería. Pero si me estás ofreciendo … me gustaría tener una escena de fondo de animación de una película de Studio Ghibli, como por ejemplo Spirited Away. Algo en las vías semi-sumergidas en esa película me recuerda a los sueños.

El lugar donde me siento más feliz.
A la mitad de una prueba de sonido de Radiohead, cuando escucho que todos tocamos bien, todo el personal está con nosotros y tenemos un concierto esa noche. Tocar la guitarra en una sala pequeña con un baterista también. La diversión no termina.

El poema o canción que me salvó
Lust for Life de Iggy Pop – la canción y el álbum – es algo donde me he refugiado regularmente desde que tenía 11: el disco lo había comprado mi hermana mayor. La batería, el bajo, y cómo fueron grabados … glorioso. Y aun así encuentro consuelo en ese disco.

El instrumento que me hubiera gustado aprender
Es fácil: el cello. Durante muchos años me esforcé con la viola – y todavía sigo – pero hace poco comencé a jugar con un cello viejo y arruinado. Se siente más natural en las manos y es mucho más sencillo generar un sonido agradable con él – ojalá lo hubiera agarrado cuando era pequeño. Siempre me sorprendo de la gente que toca el violín y parece que no les cuesta o no sienten incomodidad. Es una lástima, porque puedo tocar algo de las Suites de Cello de Bach en mi viola, pero cada nota se va un poco del tono. Es como conducir un auto, pero chocar con todos los autos que están alrededor – y se torna cada vez más doloroso mientras más toco.

La música que me alegra
Oscar Peterson y Clark Terry tocando Brotherhood of Man – siempre me hace acordar al «enorme sí» del poema For Sidney Bechet de Philip Larkin. Es una pieza de jazz perfecta y muy alegre, que pasé años buscando. Hay mucha alegría reprimida en la forma de tocar de Clark Terry.

Voy a tener una fiesta imaginaria, e invitaré a estos artistas y autores…
No soy bueno como anfitrión; preferiría ver a mis amigos. Ante la situación de estar sentado al lado de, digamos, Stephen Fry y Clive James, creo que no me saldría nada más que un «gracias» debilucho – que es lo que pasó cuando conocí a Krzysztof Penderecki, Aunque, si hablamos de poesía, probablemente se lo pediría a Stephen Fry cuando publique los poemas que seguramente está escribiendo.

…y pondré esta musica
La música de fondo me distrae. No creo que nada haya sido escrito esperando que se hable encima de eso. Es un poco triste cuando, digamos, suena Beyoncé como fondo al sonido de cubiertos y risas. Es música, no una vela aromática. No hay películas u obras teatrales de fondo, ¿por qué relegar a la música a eso?

La obra teatral que estoy entusiasmado de ver
Noises Off – la vi hace quince años y estaba esperando otra oportunidad para verla desde ese momento. Muy bien escrita. La reponen en el West End este otoño, con Meera Syal. Me encantaría verla.

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