Publicación original en MusicRadar
07 de Julio de 2011
¿Por qué decidiste lanzar un álbum solista?
Cuando comencé a tocar la batería, a los 14 o 15 años, comencé a escribir canciones. Escribí durante algunos años pero cuando comencé con Radiohead resultó bastante obvio que debería concentrarme en la batería.
En Thom tienes un compositor prolífico y ese material parecía ajustarse a lo que hacíamos los cinco juntos. Por eso dejé la composición de lado durante unos 15 años. Hace unos siete u ocho años algunas ideas comenzaron a surgir, cobraron impulso y hace unos tres o cuatro años llegué a un piso. Pensé «oh, aquí hay una colección de canciones»; no estaban terminadas, las letras eran vagas y ni siquiera sabía si podía cantar en ese momento. Sentí que tenían un estilo muy particular y reflejaban mucho de mi y por eso no sentía apropiado grabarlas con Radiohead.
Supongo que en ese momento decidí grabar un álbum. Además, iba a cumplir 40 años y es el momento en el que revisas lo que has logrado de tus metas. Hacer eso estaba entre las primeras de la lista, por lo que sentí que todo fue muy natural.
A pesar de haber estado con Radiohead durante algunas décadas y ser parte importante del proceso de composición y arreglo, me dí cuenta de que tenía mucho que aprender al estar en el centro de todo. Me sentí como un novato, aprendiendo cosas de cero, pero fue muy emocionante.
¿Sentiste el peso de las expectativas? debido a tu éxito con Radiohead…
Por supuesto, y por suerte pude trabajar sin que nadie se entere. Tuve que aprender muchas cosas importantes, como por ejemplo encontrar mi voz, pero lo logré hacer fuera del escrutinio público.
No creo que mucha gente se haya enterado de que estaba trabajando en un álbum solista durante mucho tiempo, y eso fue bueno. Mi única guía era saber que si llegaba a lanzar algo, no podía ser algo hecho a medias; debía ser algo que reflejara lo mejor que podía lograr y tenía que monitorear la calidad del material.
También tenía ciertas cosas a mi disposición, como un estudio propio. Contaba también con Los músicos que participaron del proyecto 7 Worlds Collide en 2008… no todos tienen la suerte de trabajar con músicos de la talla de Lisa Germano, Sebastian Steinberg y Glenn Kotche y Pat Sansone de Wilco.
Sabía que tenía que ser bueno, por el peso de la historia de Radiohead. Tenía que sentir era bueno antes de poder lanzarlo, pero para llegar a eso conté con varias ventajas que me ayudaron.
¿Te sorprendió lo que lograste? No es un álbum de percusión, sino una colección de canciones.
Fue así como surgieron, en realidad. Cuando escribía las canciones, me encontré en una situación extraña en la que no podía escuchar partes de batería. Ese no es el problema generalmente con Radiohead; en ese contexto sucede muy rápido, pero a excepción de una canción, «A Simple Life«, no podía escuchar partes de batería.
Supongo que debido a cómo encaré el álbum terminó siendo bastante delicado y apacible. Simplemente no podía abordar el trabajo desde la percusión. Al comienzo hasta pensé en no incluir percusión en absoluto, pero después conocí a Glenn Kotche a través de 7 Worlds Collide.
Simplemente ver cómo Glenn arregló sus partes de batería para «Ties that Bind Us» – escrita para ese proyecto – fue una revelación. Con la batería es muy difícil lograr sonar delicado sin ser o demasiado pretencioso o demasiado estándar, algo que Glenn no es.
Es muy talentoso y tiene mucha preparación como percusionista y compositor de orquestas de percusión; agregó todo eso a la mezcla. Tiene una forma tan original de alterar kits y percusión y de componer partes para ellos. Sentí que había espacio para eso en la música. Viéndolo pensaba «como me gustaría poder hacer eso». Es un baterista talentoso y asombroso.
¿Qué tipo de alteraciones hizo?
Por ejemplo, tocaba con un tubo saliendo de su boca. Lo que hace es soplar dentro del cuerpo de la batería para que los parches se eleven cuando los golpee. Nunca hubiera imaginado algo así.
¿Dónde grabaron el álbum?
La mayoría del trabajo se hizo en el estudio de Radiohead, en las afueras de Oxford. En septiembre pasado vinieron Lisa, Sebastian, Glenn y Pat por dose semanas y trabajamos en el material que había. Parte fue grabada en el estudio de nuestro management, Courtyard. Ahí fue donde trabajé en encontrar mi voz junto a Ian Davenport, el productor del álbum.
Un año antes de grabar aproximadamente, nos comenzamos a reunir para intentar diferentes cosas hasta que alguna nos convenza, y eso terminó siendo «Beyond Reason«. Esa fue la primera voz que escuché y pensé que sonaba casi convincente. Parte de la grabación instrumental también se hizo allí. Grabamos «Ties that Bind Us» en el estudio de Neil Finn en Auckland, donde grabamos 7 Worlds Collide.
De ese proyecto surgió el álbum The Sun Came Out. Todo ese proyecto comenzó con la idea de reunir muchos compositores y músicos para escribir un álbum y grabarlo en dos semanas y después hacer algunos shows.
Encontré un espacio ahí y hasta pude contribuir con un par de canciones; esa la escribí allí y también marcó el grupo de músicos que participaría en mi álbum.
Hacer este disco ¿te dio una nueva perspectiva sobre como encarar la batería?
Cualquier cosa que amplíe tu musicalidad siempre cambia la forma en la que compones, ya sea batería o guitarra. Después de 20 años en Radiohead, aunque no toques otros instrumentos puedes experimentar de cerca cómo los instrumentos encajan, pero no lo comprendes completamente hasta que lo haces tu mismo.
Espero que eso tenga un efecto positivo en cómo respondo a eso como baterista.
¿Te inspiraste en algo particular para componer? Hay reminiscencias a Nick Drake.
He escuchado mucho a Nick Drake durante los años, y eso es algo que se asienta en uno sin que te des cuenta. Hice playlists de gente que sentí iban con lo que quería lograr cuando comencé a trabajar en el álbum.
Gente como Will Oldham o Lisa Germano, así como la naturaleza de las canciones y mi voz, que comenzaba a emerger … todo era bastante apacible y creo que eso fue lo que tomé de ellos.
Sentía que era algo natural para mi; como una extensión de la voz con la que hablo en lugar de imponer una voz de rock o de ópera, o algo así. Lo sentí como una extensión de mi, por lo que supongo eso es lo que mayormente tomé de otros.
Respecto a las letras, Familial es un álbum muy personal. ¿Te sientes cómodo mostrándote así al mundo?
Me sentí cómodo para cuando llegamos al final del proceso. Desde el punto de vista de las letras, me tomó mucho tiempo sentirme así. Hay cosas que sientes que no quieres compartir, entonces las dejas de lado. Tampoco quieres llegar a arruinar la canción sacándole un elemento emotivo, pero piensas mucho en tus amigos, familia, colegas.
Está bien contar cosas sobre vos pero tiendes a tener cuidado de dónde sale eso. Intentas evitar comprometer a la gente de esa forma. Por eso que, de ser así, recayó más en mi. Son cosas que me siento cómodo de contar.
¿Has tocado algo de esto en vivo?
La primera vez que salí de gira fue junto a Lisa Germano e hicimos algunos shows en Italia, Portugal y España. La mitad eran temas de Lisa, la otra mitad mía, entremezcladas. Funcionó muy bien y luego cerca de la salida del álbum hice algunos shows en Japón y en el Reino Unido, abriendo para Wilco y otros shows como estelar en el continente.
Tenía una banda diferente conmigo en esa oportunidad; tenía a Alex Thomas, otro baterista fantástico. Es una banda de cinco integrantes – parece que tengo algo con esa formación – y como tengo músicos diferentes para interpretar el mismo material, la interpretación será diferente.
Todos tienen voces musicales propias muy diferentes por lo que es interesante ver cómo cambiará la música. De cierta manera la versión en vivo se ha puesto más dinámica. El álbum es muy íntimo y personal y no sé si eso tendría el mismo efecto en vivo. El lado rítmico es el que sobresale más en vivo.
¿Le das muchas indicaciones a Alex para tocar en vivo?
No las necesita. Es un baterista muy habilidoso. Al trabajar en una banda, siempre hay indicaciones sobre lo que todos los demás hacen y eso es un diálogo, o debería serlo. Supongo que busqué gente que sé tiene un enfoque diferente, y poder decirles que hagan las cosas como quieren es parte de la diversión, y ver cómo todo se fusiona.
¿Cómo te sientes al salir a un escenario sin tener la batería entre el público y vos?¿Lo sentís como una protección?
Es y no es una protección. Todo está bien mientras tocas un instrumento que suena bien, pero si algo sale ligeramente mal te sientes desnudo porque un ruido interrumpe a todos los demás. Es diferente cuando alguien toca mal un acorde y todos se preguntan quién fue … en este caso ¡es la batería! Pero tenés razón, es como una protección alrededor tuyo.
¿Te sientes cómodo al dar un paso al frente?
Me estoy acostumbrando a eso. El primer show que hice con Lisa, en Turin durante Pascuas (2010), se sintió tan extraño. Te subes al escenario, te acomodas y haces tu show pero también te sientes desconectado.
Me sentí un poco incómodo. He aprendido mucho en poco tiempo. En el show hay más que música…está tu personalidad en el escenario. Me sentí muy vulnerable; no tenía lugar donde esconderme. A medida que encuentras tu voz musical, también aparece tu voz social entre las canciones.
Con la música pude hacer todo fuera del ojo público y llegar a estar contento con el material antes de mostrárselo a la gente, pero con las presentaciones en vivo no tenía opción más que salir y hacerlo, según mi opinión. Tienes que aprender rápido, pero al mismo tiempo es bastante impulsivo al comienzo.
Las cosas técnicas, como pisar el pedal incorrecto o en el momento incorrecto o mantener la guitarra enchufada … son cosas pequeñas que se hacen automáticas con el correr de los shows. Lo que fui aprendiendo fue exactamente eso, el lado técnico y cómo relajarme con eso.
La sensación de que la gente paga para verte tocar y tienen ciertas expectativas por la banda de la que vienes y tu deseo de satisfacer esas expectativas. No quieres que la gente se vaya con una mala impresión.
La posibilidad de que muchas cosas se junten en tu cabeza mientras tocas es real, y tienes que mantenerte concentrado en lo que haces en ese momento. Es como aprender a manejar; hay tantas cosas a las que prestarle atención – el espejo, las luces, las maniobras – y hasta que no se convierten en algo inconsciente no puedes concentrarte en relajarte sobre el escenario.
Casi al final de los shows que hicimos, sentí que todo comenzaba a amoldarse. Alex Thomas sacó fotos durante la gira y en las primeras fechas me veo incómodo. Hacia el final, pienso que se ve más auténtico. Es fascinante desde ese punto; aprender a pararte en el escenario. He aprendido mucho sin duda.
¿Hay gente en los shows que pide escuchar «Karma Police«?
Solamente escuché un comentario, en Bestival … una persona adorable me gritó «tocá ‘Idioteque‘, ¡idiota!» Y no lo hice. Es mucho más fácil desde el lanzamiento del disco. No es un show de Radiohead.
Después de no tocar por un tiempo ¿sientes que quieren tocar la batería hasta que te sangren las manos?
Me sentí nervioso al volver a la batería, porque era un estado mental totalmente diferente respecto a mi material. Es como recurrir a otra parte de mi cerebro. Te hace repensar la forma en la que haces las cosas.
Hay tanto que quiero aprender ahora. Leí un libro tutorial hace poco; George Lawrence Stone y eso. Pensé que sería bueno hacer eso para expandir mi vocabulario musical y volver a lo mío con un vigor renovado.
Ya hice un álbum solista y eso me ha liberado espacio en la cabeza y me ha permitido volver a enfocarme completamente en lo que hacía antes.