29 de septiembre de 2024

La historia de una de las bandas más grandes de Gran Bretaña en los últimos 30 años no comenzó en salas de ensayo ruidosas o clichés del rock and roll. Todo comenzó con cinco compañeros de escuela en salas semi improvisadas de un pueblo en la parte rural de Oxfordshire, que le pagaban 1.50 libras por integrante al dueño de las llaves, movían esterillas de goma y sillas de madera para armar su equipo. Poco más de una década después, estaban cerrando festivales y frente a miles en estadios.
How to Disappear – un nuevo libro del bajista Colin Greenwood – documenta la dulce historia del desarrollo de Radiohead. El libro es ostensiblemente un registro fotográfico de la vida profesional de la banda desde 2003, cuando Greenwood comenzó a traer su cámara al estudio y a los recitales, y además incluye un ensayo de 10 mil palabras sobre las experiencias compartidas.
«La perspectiva es exclusivamente la mía», escribe sobre sus fotos. «Pasé casi toda mi vida profesional en el escenario o escondido en un estudio de grabación, donde intentaba capturar a mis amigos con mi cámara Yashica T4 Super, una caja negra de plástico, analógica, que captura luz, tal como nuestros vinilos capturan sonido».
Estos momentos están remarcados or largos períodos en los que los integrantes no están juntos, agrega y sobre los que reflexiona alegremente. «Cuando nos juntamos, es como zambullirte en la más reciente temporada de un boxset que se viene produciendo hace mucho: todo es en esencia lo mismo, pero todos somos un poquito más viejos … esas reuniones son tanto adictivas como reconfortantes – una comunión a través de la música».
Me reuní con Greenwood en la sala de estar de su editorial, justo antes de que se embarque en una gira con Nick Cave and the Bad Seeds. Greenwood se muestra agradecido cuando admiro sus escritos y fotografías, y le da el crédito a dos viejos amigos por todo esto: el editor Nicholas Pearson – que lo animó a escribir – y Charlotte Cotton, una de las tres saxofonistas que tocaba con Greenwood cuando la banda estaba comenzando a mediados de los 80s, y que actualmente es curadora de fotografía en el Museo Victoria y Albert. «Ella me ayudó a desarrollar y agudizar mi interés a comienzos de los 90s», explica Greenwood desde un sofá. Comenzó a practicar una década después porque «todo era tan intenso» para la banda en ese momento. Como no lograba darle un marco a las fotografías con palabras, le pidió ayuda a Nick Cave – que tiene bastante experiencia en el tema. «Me preguntó dónde comenzaban estas fotos y que podía escribir sobre cómo nos sentíamos en ese momento, sin estar en la cima pero tampoco habiendo recién comenzado. ¿Qué eres? ¿Hacia donde van? empecé por ahí y todo lo demás fluyó».

Radiohead en los 90s había sido un torbellino, según las palabras de Colin. Lograron ser contratados por EMI luego de solo un puñado de shows y su primer single, «Creep», fue «una euforia dulce» – en sus propias palabras; el videoclip se repetía incesantemente en MTV y esa mezcla de anhelo y furia en la letra y música hizo que se lo pusiera, injustamente, en la misma categoría que muchos otros himnos de la era grunge.
El segundo álbum, The Bends, llegó a comienzos de 1995 – un verano que vio a Blur y Oasis pelear por el número 1 y a Pulp cerrando Glastonbury. Lleno de hermosas canciones sobre pulmones mecánicos, hombres de goma y cielos que se desploman, no tenía mucho en común con el contexto britpop y le llevó un poco de tiempo hacerse un lugar. «Hablé con muchísimos autores de música que recibieron una copia promocional de The Bends, lo dejaron juntar polvo sobre las torres de sus PCs, sin molestarse en escucharlo hasta que el boca en boca les dio un empujón», escribe Greenwood. Cuatro singles con videos poderosos lograron que suban en los rankings: el último del álbum, «Street Spirit (fade out)», llegó al puesto 5, acompañado por un video de Jonathan Glazer. Abrieron shows ara R.E.M. en el Reino Unido y Alanis Morissette en los Estados Unidos; también los ayudó que su música apareció en Romeo+Juliet de Baz Luhrmann. «Hizo que, para el momento que lanzamos OK Computer, nadie quería perderse nuestros shows».
OK Computer obtuvo quintuple platino en el Reino Unido y doble platino en Estados Unidos, lo que le permitió a la banda comprar un granero y convertirlo en un estudio de grabación. Esta idea de un segundo hogar aparece en las fotos más antiguas del libro y cada tanto en las siguientes: hay una de un pizarrón con los nombres tentativos para Hail To The Thief (2003) y una foto del artista Stanley Donwood trabajando en la colorida cubierta en uno de los establos de vacas.

El tono es íntimo, directo y sin mucho adorno. Se ve a Thom garabateando letras, Ed completamente destruido después de una noche en el bus del tour, la banda completa vagando por una playa pedregosa en la costa. Hay muchas fotos de Jonny – que nunca se molestó por las intervenciones de su hermano: empujando un carro de equipaje en un aeropuerto estadounidense, mirando travieso a una consola de mezcla, tocando la viola en un baño para crear un sonido interesante. Es muy posible que tenga los pómulos más fotogénicos del mundo.
No tienen una relación fraterna tempestuosa, le digo a Colin y él se ríe cuando menciono a los Gallagher. «Pues … somos muy ingleses y reservados. Amo trabajar con Jonny y estar en el escenario con él, verlo tocar furiosamente», agrega.

Influenciado por fotógrafos como Gaylord Oscar Herron y la web Tiny Vices, que Tim Barber mantuvo a mediados del 2000, en la que publicó «fotos de pequeños placeres, amigos, registros de viajes capturados con cámaras de 35mm como la mía – curados delicadamente con un ojo experto», la mayor parte de este libro es adorablemente cotidiano pero indicios de su grandeza se cuelan. Es difícil ignorar la belleza desteñida de la casa del siglo 16 de Jane Seymour en Marlborough, donde grabaron In Rainbows, las numerosas cajas con equipos detrás del escenario, y una hermosa captura de Thom cantando «Spectre» – la canción compuesta para la película de James Bond de 2015, posteriormente rechazada – en una cabina de Air Studios, mirando a la orquesta.
El libro termina con tomas de los multitudinarios conciertos en los Estados Unidos, Canada e Irlanda después de su más reciente álbum, A Moon Shaped Pool. Greenwood toma fotos en el escenario cuando su bajo no es requerido y también escribe sobre la vida en la ruta, disfrutando de un poco de reggae, cerveza, libros y ajedrez con el personal que los ayuda, y té con tostadas mientras mira sentado a los «infinitos desiertos y praderas … sintiéndose gloriosamente separado hasta que los brillantes rascacielos aparecen en el horizonte, nuestro próximo puerto».
La última gira de Radiohead fue en 2018. Thom y Jonny han grabado dos álbumes con The Smile junto a Tom Skinner; O’Brien y Selway tienen proyectos solistas; Colin está ocupado ahora con los Bad Seeds. ¿Dónde está Radiohead actualmente? «Ensayamos en … no recuerdo … Junio o Mayo … digamos a comienzos de Junio. Simplemente repasamos algunos temas este verano específicamente para ver como nos sentíamos y para reconectarnos. Fue muy bueno».
También tiene palabras muy amables para Earth, el debut de O’Brien bajo el seudónimo de EOB y el «maravilloso» concierto de Selway junto a Adrian Utley de Portishead hace algunos a?ños en Union Chapel. «Todos han alentado los proyectos de los demás», dice. Un comportamiento muy maduro.
Las fotografías de Colin – delicadas, cálidas, no obstrusivas – dejan ver la atmósfera de apoyo pero me pregunto qué lo mantuvo tomando fotos todos estos años. Piensa por un momento y comienza a idear una teoría. «Quizá tomar fotos es una manera de celebrar o conmemorar estos momentos colectivos – momentos compartidos con esta gente sobre el escenario y también los que están debajo».
También lo hizo reflexionar sobre las bendiciones de estar en una banda todo este tiempo – serán 40 años en 2025 -, de tener la oportunidad de tocar con ellos, y la felicidad de capturarlos sin que se den cuenta cuando están a punto de tocar o grabar. «O cuando se están preparando, o meditando, o bostezando, o haciendo cualquier cosa. Me permiten estar allí cuando lo último que quieren es un idiota con una cámara», sonríe.

El artículo está acompañado por una galería de fotografías con su epígrafe a cargo de Colin Greenwood.

How To Disappear se lanza el 15 de Octubre de 2024.

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