La publicación mexicana La Semana de Frente incluye en su último número un entrevista con Ed O’Brien, a propósito de la visita de la banda al país. Gracias a CitizenInsane.eu por la transcripción
Su tercera visita a México está a la vuelta de la esquina. Con ese pretexto hemos realizado esta extensa entrevista con el guitarrista de Radiohead, Ed O’Brien, donde habla de lo que hacen arriba y abajo del escenario, en el estudio y del momento insospechadamente feliz que vive su banda.
El vestíbulo del Chateau Marmont emana tal opulencia que puede resultar, al menos para este periodista, intimidante. Es puro Hollywood, con su arquitectura de los veinte, sus muebles clásicos, su media luz y su elegante clientela. Ha sido guarida de personajes como Fitzgerald y Hunter S. Thompson, Tim Burton y Sophia Coppola, que han producido o tramado algunas de sus obras más memorables bajo su techo o en sus jardines. En este mismo lobby Led Zeppelin se paseó en motos y el reverendo Manson enamoró a la señorita Evan Woods. La piscina aparece en el más famoso video de Lana del Rey y en uno de sus búngalos Anthony Kiedis grabó “By The Way”. En otro falleció el mítico John Belushi. Apenas me estoy acomodando en un mullido sillón cuando mi contacto se aproxima. Me conduce hacia el restaurante, donde está sentado, solo, el guitarrista de Radiohead, Ed O’Brien. Sonríe. Me recuerda vagamente de las cuatro o cinco entrevistas que le he hecho (desde la primera vez que vinieron a México, cuando tan solo eran un one hit wonder) y me invita a subir a su cuarto para tener más privacidad. Me muestra, orgulloso, la guitarra Jaguar modelo Johnny Marr (uno de sus héroes) que le acaba de enviar Fender. Me habla de sus virtudes, de cómo el antiguo guitarrista de The Smiths la mejoró notablemente, y toca un poco. En un sillón está un sombrero de copa y en la mesita un montón de marihuana del tamaño de una pelota de béisbol. Antes de encender la grabadora platicamos de música, de lo que está oyendo. Va a su computadora y me muestra el Swiss Movement de Les McCann y Eddie Harris.
Su banda, quizá el más legítimo heredero de los Beatles, está en medio de una gira que el 17 y 18 de abril se materializará en el Foro Sol de la ciudad de México. Ésta es la excusa para platicar con él, lúcido vocero, el mejor orador del grupo, de la empresa que actualmente realizan y del sorprendente momento en el que se encuentra Radiohead.
Regresan a México, ¿cómo les fue la vez pasada?
Ed:Fue una agradable sorpresa. Fuimos por primera vez en 1994. Nos conocimos en esa gira, ¿no es cierto? Y haber regresado a tocar en el Foro fue increíble. Lo curioso es que era parte de una gira sudamericana que, de México, nos llevó a Brasil, Chile y Argentina. Lo que descubrimos es que México nos queda mejor cuando hacemos una gira por Estados Unidos, la ciudad de México puede ser una escala de nuestras giras norteamericanas. Nos fascinó el espíritu de la gente, tuvimos una gran fiesta después del segundo concierto…
La primera noche de esa visita a México empezó su gira y entiendo que no estaban muy cómodos en el escenario, ¿siempre les pasa cuando arranca la gira?
Ed: El tamaño de todo era… te tienes que ir habituando a esas cosas, es muy poderoso salir al escenario y tener a 50 mil fans mexicanos dándote su cariño, su apoyo, gritando… te tardas un poco en acostumbrarte. En el arranque del tour hay una transición: de ser un padre de familia, esposo… pasas a estar en un escenario frente a 50 mil personas, son dos mundos muy diferentes. El principio de una gira puede ser complicado, imagina a cualquier persona en esa situación, puede ser un shock, a pesar de que lo has hecho antes.
¿Cómo te sientes el día antes de arrancar una gira?, ¿estás contento? ¿emocionado?, ¿nervioso?
Ed: Bueno, el inicio de esta gira fue en Miami —hace tres semanas— y estaba, sobre todo, muy concentrado. Hay mucho trabajo. Podemos tocar unas 55 canciones, son muchas cosas las que hay que recordar. A esta altura ya no me pongo nervioso o emocionado, sólo trato de estar concentrado y busco estar en el mejor estado mental, emocional y espiritual posible, porque hacer shows es algo increíble, pero exige mucho, tienes que dejar de ser marido y padre y convertirte en músico. El día antes de salir de gira me trato de relajar, busco estar quieto y en calma.
Después de todos estos años, ¿las giras se parecen o cada una tiene sus peculiaridades?
Ed :Son diferentes. Justo eso platicaba, antes de que llegaras, con nuestro manager: esta gira no se parece a ninguna de las que hemos hecho. En discos como The Bends, OK Computer o Kid A hay mucha oscuridad, escuchas una melancolía muy profunda y las giras eran así, pero Radiohead ya no es así, ahora somos amor y luz, y por eso estos conciertos han sido muy muy diferentes a todo lo anterior. Estos conciertos son edificantes, muy vivos, llenos de amor… es como The Beatles, “All you need is love”. Es una verdad. Nos hemos encontrado eso y lo hemos llevado a nuestros conciertos. Antes estábamos en el escenario, distanciados del público y ya no es así, ahora hay una energía que da vueltas, que va de ida y de regreso, y cualquier persona en el público se vuelve tan importante como Thom o como yo, nosotros sólo facilitamos el amor, es muy poderoso. Estas semanas hemos ofrecido los shows más diferentes de nuestras carreras y para mí, los mejores que hemos dado, porque nuestro espíritu es muy diferente.
¿Qué movió a la banda a ese sitio?, ¿qué pasó?
Ed: Hace poco hablaba de eso con alguien y me di cuenta de que… siempre nos hemos movido. En OK Computer entramos a un espacio bastante oscuro, era como estar en un túnel, en el cual estuvimos durante OK Computer, Kid A, Amnesiac y en Hail To The Thief parecía que ya habíamos salido, pero no. En In Rainbows parte de la lucha era salir de ese túnel. Cuando sacamos ese álbum sentimos que ya habíamos salido de ese lugar oscuro al que no queremos regresar porque ya hemos estado demasiado tiempo. Puedes ser muy creativo cuando estás ahí, pero te mata como persona, es muy duro, te drena, no es un buen sitio para estar y además, musicalmente te llega a aburrir porque sólo te permite hacer cierto tipo de música. Ahora estamos en un sitio más iluminado, creativamente diferente, está fluyendo, pero para llegar aquí tuvimos que pasar por la oscuridad, para apreciar esto. Los últimos dos años son una nueva era de Radiohead.
¿Pero no es el mundo un lugar mucho más oscuro ahora?
Ed: Sí, tienes razón pero en tiempos de oscuridad la gente siente que viene la luz. Yo no leo los periódicos, porque las noticias te llevan a un mal estado de ánimo… por ejemplo, México: cincuenta y tantos mil muertos en los últimos años ¡es terrible!, pero no quiero que me altere como persona. Y no significa que no me importe, sí me importa, pero si lo estás leyendo todo el tiempo afecta tu comportamiento, como te relacionas con los otros. Yo no quiero caminar con miedo en la ciudad de México, preocupado por lo que me puedan hacer unos narcotraficantes. Cuando fuimos a Brasil la gente nos decía que Río era de miedo, que nos iban a robar: a la mierda, yo quiero convivir con la gente, contagiarme de su alegría. Sí, hay situaciones de mierda, pero no quiero tener miedo cada vez que se me acerca un brasileño, pensando que me va a tranzar de algún modo. Y sí, el mundo está en un lugar oscuro, pero también conozco a mucha gente que ha Estad en situaciones similares a la nuestra y que luego encuentra luz, ve el final del túnel.
Y en el momento en el que dices que ustedes entraron a su periodo oscuro había mucho optimismo en el mundo y particularmente en el Reino Unido: Tony Blair llegaba al poder, se vivía lo de Cool Britannia (lo que sea que haya sido eso). Ahora que el mundo se oscurece, ustedes se iluminan, ¿su ánimo es una reacción a lo que pasa en su entorno?
Ed:¡Sí! De lo de Cool Britannia nosotros no fuimos parte. Lo que Thom vio (y dijo en sus letras) fue que a pesar de lo que la gente celebraba, había mucha mierda de verdad ahí y la gente no la veía, estaba cegada. Hemos estado tocando “The Amazing Sound Of Orgy”, un lado B, una canción oscura, escrita hace más de 10 años, que dice (cantando):
I want to see you smile again
The Amazing Sounds of Orgy – Radiohead
Like diamonds in the dust
The amazing sound of the killing hordes
The day the banks collapse on us *
Y anticipaba algo, Thom escribía de algo que ya notaba, ya estaban ahí las señales de que el sistema financiero y bancario no iba a durar. Los bancos efectivamente se colapsaron encima de nosotros hace dos o tres años. Lo que hacía Thom era ver más allá de lo que la gente celebraba, señalaba toda la mierda alrededor, y ahora que nos embarró a todos, lo que necesitamos es elevarnos encima de ella. Tienes que seguir adelante. Sí, reconoces lo malo, lo señalas, pero no te puedes quedar ahí pensando que está jodido todo, tienes que pensar cómo puedes mejorar como persona, cómo puedes hacer al mundo un lugar mejor desde tu humilde perspectiva. Cada uno, con nuestra forma de ser, podemos. Puede parecer que no puedes cambiar nada, pero sí, siendo positivo puedes contagiar a otra persona, hacerla feliz.
Entonces en lo que estamos nosotros es en que no tiene caso sentirnos miserablemente mal todo el tiempo, no puedes seguir viviendo así, tienes que tener esperanzas en el futuro, esperanza en que el mundo puede mejorar. Y además empiezas a ver que las cosas van mejorando. Sí, el mundo está en mal momento, pero la humanidad y su potencial son increíbles, podemos hacer muchas cosas y éste es un gran momento para hacerlas. Estamos en crisis, pero con cada crisis vienen soluciones, si queremos, todo puede mejorar, depende de nosotros.
Me gustaría pensar que están anticipando que viene algo bueno.
Ed: No lo sé, sólo somos músicos. Lo que sale en nuestra música es lo que sentimos.
Regresando al tema de la gira, ¿cómo deciden qué canciones tocar, cómo va a sonar la banda, cómo se va a ver el escenario y todas esas cosas?
Ed: La iluminación en esta gira es delirante. Andy, el encargado de eso, trabaja con nosotros desde el ’94. En noviembre se nos acercó para mostrarnos su plan, quería que fuera grande, y quería volver a usar los tubos de luz que utilizamos en la gira pasada. Pero también construyó esta increíble pared de luz al fondo del escenario, hecha de botellas de plástico recicladas. Luego tenemos estas pantallas que se mueven.
En cuanto a las canciones: tocamos lo que nos hace sentir bien. Tocamos The King Of Limbs porque nos parece correcto. Mucho de In Rainbows se siente muy bien. Y de las canciones viejas ha sido realmente interesante ver cuáles nos funcionan. Por ejemplo, de OK Computer la que en realidad nos funciona es “Lucky”, sale increíble todas las noches. También “Paranoid Android”, tenemos en el escenario un segundo baterista además de Phil, Clive [Deamer], y le da un groove increíble. Tocamos “No Surprises” en la prueba de sonido y sonaba horrible. Es muy interesante eso de cuáles canciones son correctas y cuáles no. “National Anthem” del Kid A siempre la tocamos pero aún no se siente bien, ya la tocamos dos veces en esta gira, y no nos funciona, y en cambio “Kid A” suena sorprendente, igual que “Pyramid Song”. Anoche tocamos “Packt Like Sardines In a Crushd Tin Box” y sonaba bien, un poco cruda, pero se acerca a lo que buscamos.
Nuestro estado espiritual y emocional es lo que determina qué canciones nos funcionan. Por ejemplo, yo creo que “No Surprises” no funciona en este momento porque se trata de una canción dulce y bonita y, al estar nosotros sumidos en la melancolía, en la oscuridad de la que te hablaba hace un momento, surgía una tensión muy interesante. Ahora que estamos contentos, llenos de amor y alegría, cuando tocamos esa canción es empalagoso, no hay contraste con nada, es demasiado dulce.
¿Toda la banda coincide en este tipo de sentimientos?
Ed: Sí. Yo, en particular, soy muy expresivo en todo tipo de cosas, soy el que sale a decir “¡deténganse!, hay mucho pinche amor aquí”. Yo soy así. No es algo muy inglés, pero yo no soy muy inglés. Como te decía antes de la entrevista, mi abuela nació en México. Pero en general coincidimos, todos sabemos que estamos en un buen momento, que éste es otro tipo de gira.
¿Y por qué han incluido varios lados B en su repertorio?, ¿para sorprender a los fans?
Ed: Sí, es para sorprender a los fans. Pero también es consecuencia de que es agradable ir redescubriendo canciones, viendo cuáles se sienten bien. Somos una banda afortunada, tenemos un gran acervo de canciones, no tenemos que tocar “Fake Plastic Trees”, no tenemos que tocar “Creep” o “Paranoid Android” o “No Surprises”. Yo creo que a la gente a la que le gusta Radiohead entiende —a estas alturas ya debe haber entendido el mensaje— que tocamos lo que sentimos apropiado, que no los vamos a engañar, que no les vamos a decir que es EL SHOW DE RADIO HEAD DE GRANDES ÉXITOS . Cuando vayamos a la ciudad de México eso les ofreceremos. Es bueno, es honesto, es real.
Me imagino que cuando haces shows para 50 mil personas la mayoría entiende de qué se trata Radiohead, pero habrá quienes si se van a su casa tristes porque no escucharon “Creep”.
Ed: La tocamos en México. Lo que no podemos hacer es subir al escenario pensando que tenemos que tocar esta o la otra, porque entonces no es honesto. Cuando “Creep” funciona es cuando de repente se nos ocurre tocarla. No la podemos forzar.
Estás en el concierto equivocado si esperas ver y oír grandes éxitos.
Ed: Sí, pero eso es lo interesante de tocar en un lugar tan grande como el Foro Sol. Sabemos que hay 50 mil personas que quieren ver un espectáculo que abarque las distintas etapas de nuestra carrera, pero tienen que ser canciones que nos hagan sentir bien tocándolas, no va a ser un concierto como los de U2 o los de Coldplay. El concierto es acerca de dónde está parada la banda en este momento. Y creo que el público lo entiende, tenemos suerte en ese respecto. Espero que nadie se vaya desilusionado a su casa después del concierto de Radiohead porque no tocamos “Creep”.
Debe haber un porcentaje de gente que los conoce superficialmente a la que le pase eso, que no entiende que está viendo a otro tipo de banda que en el escenario es como un organismo vivo en plena transformación.
Ed: Mi impresión de la gente en México —y corrígeme si me equivoco— es que lo notan. Tienen corazones muy grandes, mucho sentimiento. Por eso vamos de nuevo a México, por ese derrame de emociones, me gusta eso de los mexicanos. Siento que hay mucha honestidad, es muy poderoso.
Regresemos a las canciones de cada concierto, ¿cómo se deciden?
Ed: Es muy simple. Llegamos al recinto como a las dos de la tarde. Lo vemos. Almorzamos. Luego del almuerzo, Thom, Philip y yo hacemos el setlist. Hay ciertas canciones que sabemos que funcionan juntas. “Bloom” es muy buena para abrir, nos pone en el ánimo correcto. Nos preguntamos qué queremos tocar, siempre buscando que fluya, que esté balanceado y pueda llevar a la gente en un viaje. Si lo hiciéramos entre los cinco serían muchas opiniones. Y funciona bien de este modo porque así Colin y Johnny pueden hacer observaciones y sugerencias después del concierto.
Y entonces eligen entre 55 canciones…
Ed: Sí. Ensayamos mucho las que no nos sabíamos tan bien. Y luego hubo cuatro días de preproducción en Londres.
Una pregunta que me pasaron un par de fans para que te la hiciera: ¿es The King Of Limbs un álbum de transición?
Ed: Es un álbum de sentimientos, comparado con In Rainbows que era un disco muy directo, de canciones. Nigel [Goodrich, su productor] anduvo mucho de DJ entonces trajo algo de ese mundo al disco…
Perdona que te interrumpa, ¿es por eso que se siente tanta predominancia de los ritmos?
Ed: Sí, yo creo que sí.
Lo primero que sentí tras escucharlo fue que el ritmo reinaba por encima de todo lo demás…
Ed: Sí, estás en lo correcto, el ritmo dicta el disco. Es muy importante.
¿Y eso se refleja en el concierto?
Ed: Sí, hacemos bromas y le decimos el Big Rave. El ritmo es el rey. Nuestro manager, Chris, dice: “Es como un rave con guitarras” y sí, lo es. Es divertido. Tenemos a Clive y a Phil tocando batería, estamos yendo a otro lugar. Somos muy afortunados, siempre encontramos formas para movernos a otros lados, es emocionante y, sé que ya lo dije antes, pero se siente mejor que nunca. Anoche decía Thom en el escenario: “¿Por qué seguimos haciendo esto? Para hacer cosas nuevas”. Nuestro pasado es fantástico pero no es lo que nos hace seguir ¡estamos tocando canciones nuevas [inéditas] en esta gira!
Tres, según entiendo.
Ed:¡Hay una más que va a salir!
Después de que salió el disco han publicado un par más [«The Daily Mail»] y ahora están estrenando éstas que ni han grabado, ¿por qué no las incluyeron en The King Of Limbs?
Ed: No las grabamos. “The Daily Mail” salió porque íbamos a hacer este programa llamado “In The Basement” que dura 55 minutos y The King Of Limbs sólo dura 38, entonces necesitábamos más material. Montamos “Staircase” que es de cuando grabamos el disco, pero en ese momento no estuvo bien formada. “The Daily Mail” la tenemos desde 2005 y nunca había funcionado, por las razones que sean. Y luego, literalmente, en 10 minutos, la completamos para el programa. Me gusta que hacemos una canción y en cuanto está, la sacamos. Lo hicimos con “Lucky”, ¿sabes?
Me acuerdo, para el disco de War Child…
Ed: Y al año apareció en el OK Computer. Somos niños nacidos en los sesenta, estamos influidos por los Beatles y los Stones. Iban al estudio, grababan “Paperback Writer” con “Rain” de lado B y lo sacaban: ¡dos de las canciones más grandes de la historia nunca estuvieron en uno de sus álbumes! Los Beatles legitimaron eso para que todos los demás lo hagamos. Y siguen siendo dioses.
¿Ya desecharon la idea del álbum?
Ed: No, amo EL ÁLBUM.
¿Pero Radiohead trabaja pensando en álbumes, en EPs, en sencillos, en canciones?
Ed: El asunto con los álbumes es que exigen estar en cierto estado mental. Vas a grabar una colección de canciones que exige un nivel de compromiso y concentración que es bueno, pero no es lo más fácil de hacer. Cuando hicimos The King Of Limbs así estábamos. La música que sacamos entre álbumes es muy diferente, tiene un poco de esto y un poco de lo otro. “Supercollider” es muy diferente a “The Daily Mail”. Nos encanta la mentalidad de los lados B… hemos hecho unos muy buenos, muy importantes, porque los haces con una libertad que no tienes al hacer un disco, que es muy pesado.
Y me imagino que para hacer un buen álbum y valga la pena, debes tener suficientes cosas que decir…
Ed: Estás en lo correcto. Desde el punto de vista del letrista tienes que tener algo que decir, coherente. Y los lados B no te exigen nada, puede ser una canción de hace 10 años que funciona. Entonces, cuando estamos haciendo un álbum, estamos en eso, con más rigor. Cuando no, sólo pensamos en hacer canciones que nos gusten.
Voy a regresarme a la pregunta de transición. Yo creo que los que me pidieron que te la hiciera sienten que habrá un cambio importante en Radiohead a partir de The King Of Limbs…
Ed: Totalmente. Es Radiohead MKIII [un tercer capítulo en una historia].
¿Cuál fue MKII? ¿A partir del Kid A?
Ed: Sí. MKI fue de Pablo Honey al OK Computer. MKII del Kid A hasta la grabación del In Rainbows, y MKIII son los últimos dos años. Esta etapa es de amor, alegría y luz.
Hablas mucho de esto, ¿es más fácil ser Radiohead hoy que hace 10 años?
Ed: Totalmente. Es un bonito lugar donde estamos. Siempre ha sido muy natural, nunca forzado. Hace 10 años era difícil. Y no era necesariamente la banda, quizá éramos nosotros como individuos. Cambiamos, evolucionamos, se puso oscuro, eso fue duro, no era divertido, pero aguantas, no te sueltas; todo lo que vale en la vida es difícil a veces. Ahí te tienes que agarrar fuerte, aguantar. Lo que he aprendido de la vida es que lo malo no dura para siempre. Ahí muestras la fortaleza de tu carácter y las cosas cambian, lo malo sólo dura un momento, pasa y todo se vuelve más fácil. De eso se trata la vida, son ciclos, yo creo. Así ha sido con Radiohead. Ahora disfruto que estamos en un buen momento, que los shows fluyen, que todo es diferente, otro sentimiento.
La gente que los rodea, su productor o por ejemplo Andy, su iluminador, que lleva casi 20 años con ustedes, ¿percibe este estado de ánimo y lo incorpora a su labor?
Ed: Andy habla de eso con Thom. Pero sobre todo es creativo, un maestro, con mucha intuición. Nos conoce. No la pasamos juntos, pero entiende qué sentimos, qué queremos, y él añade belleza, color, drama. Y va evolucionando conforme la gira avanza, hace mejoras. Todo el show evoluciona, cada vez tratamos de hacerlo mejor.
Y al fin de la gira qué hay, ¿una banda cansada o el mejor show de la gira?
Ed: No es lineal. No depende de nosotros. Depende del público. Ellos juegan un rol más importante que nosotros.