La primera sorpresa de Kid A es que no tiene canciones básicas de rock
Parece que la música llegó al punto en el que todo el mundo tiene derecho a ir en la dirección que quiera. Y eso no debe suceder en a lo largo de toda una carrera o de un álbum; puede suceder en una sola canción, o en media, o en diez segundos de una. Hay diez segundos de hip-hop en el álbum, ¿sabes? Personalmente, así escucho música ahora. De todas formas, ya no me interesa estar en una banda de rock.
¿Crees que la música electrónica captura mejor la esencia de tu mundo?
Uhm, si. En OK Computer comenzamos a jugar con eso. Ahora, ya es parte del mobiliario, de lo que usamos. Cada vez que agarraba la guitarra, la volvía a dejar. No significaba nada para mí. Toqué más teclados y pianos que otra cosa.
Gran parte de la composición hoy por hoy ya no es composición sino edición; construir material, después acomodarlo y armar algo con eso como un pintor. Pero es extraño encarar las cosas así con voces, porque todo lo que estuve escuchando no tenía voces. Esa era una de las cosas que más me interesaba; el hecho de que me apasionaba esa música que a fin de cuentas no tenía interpretación de voces. Excepto Björk. Cuando grabé con ella, tenía los mismos discos. Fue genial, en realidad. Pero como vengo de una banda de rock, no tenía la confianza necesaria para explorar eso. Sentí que no sabía nada de eso y por eso no me correspondía ir en esa dirección. Hay toda una historia detrás de eso, ¿sabes? Las bandas de rock que comienzan a hacer electrónica tienen una reputación bastante mala (risas). Por ejemplo, Neil Young.
El proceso de grabación ¿fue diferente esta vez? ¿Fue necesario para poder avanzar?
No teníamos la idea de “tenemos que avanzar”. Tenía más que ver con “no nos conectamos con lo que hemos hecho antes” (risas). Lo que escuchábamos en nuestras cabezas era más desarticulado, fragmentado, más como un paisaje. Bueno, el arte de tapa es básicamente un paisaje – a miedo de sonar como un músico de rock progresivo. No se trataba de la gente, o de observar personajes. Era más sobre objetos con los que no tenés vínculos emocionales en absoluto. Considero que este álbum es increíblemente impasible. No trata de engancharte de ninguna forma. Las voces son como ruidos de gramática.
Es interesante que no sientas una conexión con el material previo. Este álbum suena como si Radiohead estuviera empezando otra…
… ¿fase? Pensé en cambiarle el nombre a la banda. ¡Lo digo en serio! No quería tener que hacerme cargo de lo que hicimos antes. Emocionalmente, ya no podía soportarlo. Me sentí bien al ponerle un punto final. Pero a fin de cuentas, de cierta forma, hubiera sido como escapar, y eso es algo muy vago. Lo que me preocupa es la gente que dice que es una gran transformación, un gran salto adelante. Para mí, no se trata de eso, sino simplemente representar lo que escuchas: lo que escuchas cuando vas a dormir a la noche, al despertarte, cuando conduces, cuando caminas. Tratar de ponerlo de una forma que otra gente lo pueda escuchar se transforma en una larga batalla que te enfurece y te frustra. Lo que quiero decir es que se trata de comenzar de nuevo. No tiene que ver con estar a la altura del mito de quién o qué eres. Por eso me cuesta muchísimo dar entrevistas actualmente… solo hice dos, y decidí que esta es la última. (con acento americano) “eres muy hostil ¿por qué sigues enojado? Es totalmente irrelevante!”.
Kid A tiene más que ver con enfrentarse a la gente en lugar de darle una catarsis melódica
La escena musical actual está dominada por cosas adolescentes horribles. Pero también hay otra gente que simplemente sigue la corriente porque ya no hay una presión de ser una banda de rock… quizá todo sea una estupidez.
Kid A sugiere que ninguna perspectiva musical particular puede capturar la totalidad del mundo
Creo que es cierto. Es por eso que fue una pesadilla hacerlo. No sabía qué significaba hasta que tuvimos discusiones al respecto. Tuvimos peleas muy fuertes. Antes siempre había sido fácil, pero este fue una pesadilla.
El sonido de este álbum es como el sonido del vacío, de lo que queda cuando todo desapareció. Es como un montón de colores mezclados que terminan dándote blanco
Es como caminar durante un tiempo largo; en algún momento tu cerebro queda vacío
Es un álbum para habitarlo
Si, exacto. Es la mejor descripción que escuché
Kid A parece tratar de capturar la esencia del mundo como la ves tú, pero sugiere que no puedes capturarla sino simplemente sumergirte en ella. Perversamente, es una experiencia placentera.
Si; hace algunos días tuve una especie de discusión con alguien. No entendía “Idioteque”. Le terminé diciendo que pensé que era lo más alegre que había escrito. Simplemente no podía entenderlo y me decía “pero estás cantando que viene una era de hielo”. Si, porque es cierto (risas). Pero ese no es el punto, el punto es ver como todo funciona. Cuando lo terminamos, recordé cómo había siempre querido hacer un tema bailable, algo que escuchas cuando vas a una disco. Solía ir a disco que pasaba hip-hop cuando estaba en la universidad, James Brown y eso. Los parlantes eran muy malos y estaban muy deteriorados. Recordé eso porque siempre solía pensar que sería genial poder capturar esa sensación, pero poniendo cosas que te dan miedo; meter imágenes aterradoras en medio del ritmo.
Con líneas como “te veré en la próxima vida” o “no estoy aquí”, el álbum no parece tener mucha entidad
Si, entiendo lo que dices. Es muy fragmentario. Como si caminaras por la ciudad un día tomando fragmentos de la vida de otra gente, solo unos segundos, sin ir más lejos. No es algo buscado, sino lo que se da. Y no es la gran cosa; simplemente sucede.
Eso también es una experiencia bastante humana ¿no?
Si. Es más realista en este momento para mi que dedicar toda una canción a una emoción particular. Para cuando terminas de expresarlo, ya estás sintiendo algo diferente. Creo que la gente opera de esa forma. Cuando nos detuvimos la primera vez, escribía lo que me pasaba todo el tiempo, y guardé esos fragmentos de papel en un cajón. Después, comencé a tirar todo. Estaba completamente bloqueado, y no podía tocar más de cuatro compases en una guitarra sin pensar que era una mierda. Y después, con el tiempo recuperé la confianza y eso se manifestó en no tener problemas con que sean eso, fragmentos. Siento más confianza ahora que en OK Computer.
Por cierto ¿por qué se llama Kid A?
No tengo idea
¿Quién le puso ese nombre?
De hecho, fue mi secuenciador. Es el nombre que mi secuenciador le puso a la melodía que abre esa canción. No tengo recuerdo de haber escrito eso. Después, cuando lo encontré, se llamaba “kiddae”. De cierta forma, ilustra la forma en la que trabajábamos. Teníamos uno de esos pizarrones horribles que encuentras en oficinas. En un momento, trabajábamos en 50 cosas diferentes al mismo tiempo, y eso enloqueció al resto, pero me hacía muy feliz a mi. De acuerdo con mi estado de ánimo, cada mañana tenía 50 cosas de las que elegir, ¡y eso es genial! Y yo tenía unas otras 100 cosas en el secuenciador. Era como dejarse llevar por la corriente, sin saber a dónde terminarías. En lugar de decir (cambiando la voz) “pues, OK, enchufemos todo y toquemos tres acordes y yo voy a cantar esto arriba”; era algo liberador y también sin sentido. Viene de diferentes partes de tu cerebro.
Fue difícil imaginar cómo sonaría el álbum terminado a partir de lo que tocaron en vivo
Me divierte mucho el hecho de que todos se hicieron una idea del álbum a partir de los shows en vivo y eso ahora no es relevante, jajaja
¿por qué siguen siendo las guitarras el principal instrumento en vivo?
De cierta forma, todavía suena emocionante. Cuando comenzamos a grabar pensamos que, sin importar lo que hiciéramos, debíamos componer cosas que pudiéramos tocar. Por eso, de cierta forma, salimos de gira sin saber lo que hacíamos en realidad. Tuvimos que adivinar, y por eso usamos las guitarras.
Y ya se habla de otro álbum…
estamos muy conectados con muchas de las canciones y nos gustan mucho, pero vienen de otro lugar, desde lo sonoro, y eso es raro. Hay dos caminos bien claros y tuvimos que tomar decisiones. Así que por ahora estamos reservándonos la opinión. No estoy seguro si funcionan como un álbum completo.
Ya tocaron algunas de esas canciones en vivo: “Knives Out” y “Egyptian Song”…
Si, y aunque son geniales y estoy orgulloso de ellas, simplemente no encajaban y eso es algo raro porque la idea es que un álbum siempre tiene las mejores canciones. Eso no es cierto siempre. Podés poner las mejores canciones del mundo en un álbum y entre ellas se arruinan. En los últimos álbumes de The Beatles, cuando eran muy muy buenos poniendo cosas al lado de otras como en The White Album por ejemplo, eso era genial. ¿Cómo hacés para poner tres versiones de “Revolution” en el mismo álbum? Pensaba en ese tipo de cosas.
El álbum es muy cohesivo musicalmente. ¿Podrías afirmar lo mismo de las letras?
Mucho menos que antes, pero no estoy en una buena posición para juzgar. Tengo una relación diferente con las letras esta vez. Para mi, es como mirar cosas en un estante… no, no es así. Son como pedacitos rotos de espejos en realidad, o pedacitos de algo roto. No hay un apego más que … pues, tenía sentido en ese momento para mí, y cuando lo tocamos tiene sentido. Pero no es que esté tratando de comunicar nada.
No se supone que debas pensar en las palabras. Ese es el punto del álbum. Es por eso que no permití que se incluyan las letras. Nunca. Quizá darle pistas a la gente, pero no se debería interpretar así. Las letras se terminan antes de que tengas tiempo de hablar y preocuparte por ellas. Así funciona. Con “Everything in its Right Place”, cuando lees las letras si es que las escribo, son un disparate. “Ayer desperté chupando un limón”. Eso es un disparate (risas). Pero me pareció gracioso cuando lo canté. Cuando lo escuché de nuevo, significaba algo diferente.
¿Es lo mismo con “How to Disappear Completely”? Esa fue inspirada por un sueño ¿no?
Esa es bastante directa, lo más directo del álbum … excepto por la música. Toda la orquestación es definitivamente poco clara, y casi que por eso funciona. Está en medio de un mal momento. “No estoy aquí, esto no está pasando” se supone es como un mantra.
“Morning Bell” es bastante dramática
Oh si, algo serio (risas). Es muy, muy violenta. Extremadamente. Lo raro fue que la escribí completa con letras y todo bastante rápido; fue básicamente la única que salió así. La grabé en un MiniDisc y un día de tormenta, se me borró el disco y perdí la canción. La olvidé completamente. Cinco meses después, en un avió después de pasar 24 horas sin dormir, la recordé cuando me estaba durmiendo. Fue muy extraño, porque no me había pasado antes. Se fue y volvió al tiempo. Las letras son realmente … no son tan dramáticas como suenan, ¿sabes? Excepto lo de “cortá en mitades a los chicos”, que es dramático de la forma en que lo leas.
También hablas de cortar cabezas…
Oh si. Eso salió de los sombreros. Ellos tienen la culpa. Tenía un montón de fragmentos que no podía combinar con nada, y por eso los corté y los puse en un sombrero y los iba sacando cuando estaba desesperado. Eso aplica a casi todas las letras del álbum, excepto quizá a “How To Disappear Completely”, que trata de llegar desesperadamente al lugar donde no podés sentir algunas cosas.
Canciones como “In Limbo”, “Optimistic” e “Idioteque” parecen hablar de eventos mundiales atroces…
Para ser honesto, es por eso que tuve un bloqueo por dos años: no podía escribir sobre estas cosas de una forma correcta.
Tienes más independencia creativa de la que has tenido antes..
Si, es cierto. ¡Espero que sea así!
¿Te sientes más relajado ahora?
¿Relajado? Oh si, ya no me odio tanto como antes, y eso me parece es un extra. Porque puedes sentir eso por un tiempo limitado antes de que te comience a destruir.
Cuando estaban grabando “Paranoid Android”, se dice que tuviste un berrinche y les dijiste a todos que no iba a funcionar y te fuiste. Al día siguiente te levantaste con una resaca terrible y todos estaban trabajando en esta canción genial. Describiste eso como una experiencia catártica, liberadora…
Creo que sé a dónde vas con esto, pero pregúntame de todos modos…
¿Hubo momentos así esta vez?
Si. Al comienzo estábamos volviendo al pasado y no habíamos avanzado y todo eso. En ese momento pensé que quizá era el final. Pero con el paso del tiempo las cosas comenzaron a funcionar y nos alejamos de lo que queríamos dejar atrás. Aprendimos a ser seres humanos nuevamente, en lugar de monstruos. Y eso se reflejó en cómo trabajamos. O sea, probablemente nunca sea una persona con la que sea fácil trabajar en el estudio porque me frustro. Puedo escuchar algo en mi cabeza, y no es lo que sale. La paciencia es limitada. Este enfoque fragmentario ha facilitado las cosas, porque no intento sostener una emoción todo el tiempo. Y no estar involucrado con lo que escribo no hace que no tenga el mismo efecto que antes. De hecho, es más poderoso porque no estás intentando probar que eres algo que realmente no eres en ese momento.
¿Todavía te parece que el rock está estancado en una etapa infantil?
Con suerte, esta será la última vez que se les permita a los rockeros comportarse como idiotas y no ser castigados. Para mí, es aburrido. Deberían volver a casa, conseguirse una vida y escuchar algo diferente. No creo que tenga que ver con el hecho de que tengo más de treinta jejeje. Cuando el ciclo OK Computer terminó no sentía una conexión con ese espectro emocional. No sentí nada por nada durante mucho tiempo. Probablemente, la emoción más pura que sentí fue al terminar el álbum. Esa fue la emoción más fuerte que sentí en esos tres años y medio. Entusiasmo, logro, alegría; esos eran los sentimientos que sentía más claramente. Porque todo lo demás fue un desastre, y era como si tuviéramos que reconstruir todo.
Texto original por Yoichiro Yamasaki y Erica Yamashita.
Imágenes por Neil Shrubb.
Publicado por Select Magazine, en Diciembre 2000.