Thom Yorke se ha tomado un descanso de Radiohead para hacer un nuevo álbum con amigos famosos. Con un humor alegre y distendido, nos habla de la música y la Internet, de hacer que Michael Stipe baile y de surfear.
Thom Yorke no es un nombre asociado necesariamente a la diversión. El líder y principal compositor de Radiohead ha tendido a ser calificado por la prensa musical de diferentes maneras durante los últimos veinte años: intenso, torturado, guiado por la ira, pasional, esencial e importante. A pesar de que la música de Radiohead siempre llevó una carga catártica, los placeres simples nunca parecieron ser lo suyo, para bien o para mal. Puede que haya vendido 30 millones de álbumes, y de vez en cuando se refieran a él como el líder de la banda más grande de rock del mundo, pero todo el tiempo Yorke ha portado la imagen de un hombre que tiene levemente mejores chances que el resto de entrar a un bar.
Quieto, sentado en un café repleto de Shoreditch al este de Londres, bebiendo su té matinal, ha decidido recientemente probar divertirse – me revela un poco ansioso. Puede que le esté sentando bien. Yorke es una persona diminuta y muy ágil mentalmente; cuando entra a un lugar, nadie parece reconocerlo. Se intuye que le parece mejor así. Desconfía de la pretensión, presente en todos los niveles de ironía. «Tengo 44 años», dice con una sonrisa breve, «y recién ahora comencé a pensar que si no puedo disfrutar esto ahora, ¿entonces cuándo?».
Algo de esto tiene que ver con una mayor libertad. Durante mucho tiempo – comenta – luego del éxito inicial de Radiohead, banda que arrancó con sus amigos en Abingdon cuando tenía 15, se sintió definitivamente «atrapado en la situación. Creo que todos nos sentimos igual. En particular cuando comenzamos a tener hijos y eso». Los hijos de Yorke tienen 10 y 6 años. Ha vivido con Rachel, la madre de los niños, en Oxford desde que se conocieron cuando estudiaban Bellas Artes en la Universidad de Exeter, Esos datos son claramente muy importantes para él. «Sabes, hacer un álbum o salir de gira es un compromiso importante, especialmente en la forma en la que lo hacemos nosotros, mucho trabajo. Y cuando tuvimos hijos pequeños todos comenzamos a preguntarnos si queríamos realmente hacer esto el resto de nuestras vidas. A pesar de que mucha gente quería que lo hagamos, esto tendría enormes consecuencias sobre los que amamos».
Un intento de escape de aquellas preguntas fue su álbum de 2006 The Eraser, una colección experimental y electrónica de temas apocalípticos bailables que germinaron en su laptop y que completó con el productor Nigel Godrich. Lo promocionó en su momento con un mensaje típicamente defensivo en el blog de la banda: «no quiero que empiecen con la mierda de que soy un traidor o que nos estamos separando blah blah todo esto fue hecho con el consentimiento de la banda» para rematar con «y no quiero escuchar la palabra solista«.
El álbum incluye «Harrowdown Hill», su exploración sobre la muerte del Dr. David Kelly, aunque asevera que su principal motor en el momento fue la ansiedad sobre el cambio climático. Pero al menos, de alguna forma, fue un gesto hacia la liberación. En medio del mismo, hay una canción llamada Atoms for Peace, el una vez lema de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Las primeras lineas suenan un poco como un manifiesto para un nuevo tipo de levedad – aunque luego dijera que eran en realidad una suerte de reprensión de parte de Rachel : «no vayas más hacia el lado oscuro con tus ojos bien abiertos, nada de caer en el agujero del que luego te tengo que sacar…»
Como el álbum había comenzado como loops que comenzaban en su cabeza y terminaron en su laptop, Yorke estaba intrigado por ver si esto podría interpretarse en vivo. En 2009 llamó a un grupo de amigos – sin usar la palabra supergrupo – que pensó estarían a la altura del desafío: Flea (el bajista de Red Hot Chili Peppers), Joey Waronker (baterista de Beck y R.E.M.), Mauro Refosco (percusionista brasileño que tocó con David Byrne) y Nigel Godrich. Pasaron mucho tiempo en la ferretería comprando «tornillos y cosas así», tratando de ver cómo reproducir los beats y sonidos digitales. «La primera vez que nos juntamos fue en un lugar llamado Laurel Canyon en Los Ángeles. Hicimos una canción llamada ‘The Clock’ y sonaba como una bomba a punto de estallar, era genial. The Eraser es un álbum para escuchar con auriculares, así que escucharlo sonar en una sala de ensayo fue fuerte para mí».
La banda, inicialmente conocida como ?????? y posteriormente bautizada Atoms for Peace, realizó una pequeña gira por Estados Unidos presentando The Eraser. Al final de la misma, y como producto de «haberla pasado muy bien», se encerraron en un estudio por tres días e improvisaron un poco más. «Tenía estas pequeñas ideas», recuerda Yorke, «mayormente beats. Y simplemente los tocamos durante tres días sin descanso». Las épicas 10 horas – aproximadamente – de material utilizable creada entonces fue editada por Yorke como un álbum, agregándole letras y trabajando junto a Nigel Godrich nuevamente. Se llama Amok y es un álbum por momentos denso, flipante, bailable y ocasionalmente alegre – sutilmente. Me pregunto si lo ve venir desde un lugar emocional diferente, menos iracundo, al arquetípico de Radiohead.
Está de acuerdo, con reservas. «Bueno», dice «cuando escribí originalmente esa línea de ‘no vayas más al lado oscuro’, era una especie de broma. Y la ironía es que Radiohead terminó este año una gira mundial inmensa y, hablando en general, nos hemos divertido como nunca en nuestras vidas. Y mucha música bailable tiene mucha ira en una buena manera. Pero si, la idea fue, por una vez en mi vida, disfrutar la energía del momento y no separarla. Nigel me decía constantemente «no lo hagas oscuro!».
¿Cree que es un cambio permanente?
«No, depende de dónde estoy, creo. Quizá literalmente. He estado trabajando en casa durante el invierno y todo lo que hacía era oscuro como la noche. Pero mucho de esto lo hicimos en Los Ángeles y había más sol. Era algo que hacíamos durante la tarde y la noche antes de salir. No hay manera de que vaya a perder la vieja ética de trabajo. Pero estuvimos cerca un par de veces».
Desde el primer éxito mundial de Radiohead, «Creep» – una canción que Yorke muchas veces se niega a tocar hoy en día pero que definió una idea alienada y contraria sobre la banda y sobre si mismo, con líneas como «deseo ser especial» y el «no pertenezco aquí», «soy un canalla, un extraño» – Yorke parece apesadumbrado por el cliché que acarrea. En perfiles, se ha escrito mucho acerca de los problemas de la infancia de Yorke, el hecho de nacer con un ojo cerrado que luego se pudo abrir a medias con una serie de intervenciones. El hecho de tener que tuvo que cambiarse de colegios frecuentemente debido al trabajo de su padre como representante médico, era molestado por su ojo y terminó siendo muy introvertido. El hecho de que encontró su refugio en el salón de música de la escuela privada Abingdon. Una forma de ver su carrera es como el escape de las limitaciones de este análisis. La aparente ausencia de la introspección en Amok, me parece, debe ser una especie de alivio.
(c) Phil Fisk (c) Phil Fisk
Sonríe desde debajo de su barba. «Para comenzar, escribir canciones fue mi manera de sobreponerme a los problemas. Al comienzo, todo tenía que ver con ‘ven dentro de mi cabeza y mírame'», dice. «Pero eso no parece apropiado ahora. Parece que al principio, la única manera de hacer las cosas es sintiéndose torturado, pero eso no se puede mantener. Para cuando estábamos haciendo Kid A (2000) ya no sentía que escribía sobre mi en absoluto. Cortaba líneas y las sacaba de un sombrero. Tenían emoción pero no tenían que ver conmigo».
En ese sentido, sugiere, espera que la música se haya acercado a lo que siente todos experimentamos diariamente: un flujo de palabras e imágenes viniendo hacia nosotros desde distintos lugares, a lo que tratamos de darle sentido. Lo importante, pensó, era estar abierto a ese tipo de ruido blanco. Aprendió ese hábito directamente de Michael Stipe (de R.E.M.), quién fue un héroe al comienzo y luego se convirtió en un amigo. «Michael es todavía mi letrista favorito», dice, «siempre me gustó la forma en la que tomaba una emoción, daba un paso atrás y así la convertía en algo mucho más poderoso».
¿Más un intento de canalizar la emoción y no de articularla desde adentro?
«Algo así. Siempre recuerdo una noche en particular, cuando salimos de gira con ellos en 1995 y podía mirarlo desde el costado del escenario», dice. «Allí estaba yo, todas las noches, a menos que haya estado muy borracho como para estar en pie. Esta noche, algo extraordinario surgió de él – o sea, él estaba ahí en ese momento, totalmente fuera de si, lo que admitirá sin remordimientos hoy – pero fue fuerte ver a alguien comunicar algo mucho más profundo que el entretenimiento. Fue muy emocionante de ver».
¿Algo que no se aleja de hablar en lenguas u otras nociones antiguas relacionadas con profecías?
«Aprendí sobre eso en la Facultad de Arte y me interesó, pero encontrar a alguien en la industria musical que se centrara tanto en ese tipo de experiencias tuvo un peso importante en mi. Puede que la gente todavía se pregunte hoy en día qué es lo que dice, pero esas son las letras que importan. Al menos para mi».
Stipe, me pareció, se responsabilizó por Yorke, como una especie de discípulo.
Yorke se ríe de la idea. «Le voy a enviar un mensaje de texto comentándole eso. Le va a encantar. Creo que simplemente vio que en ese momento yo necesitaba mucha ayuda. Estaba luchando con todo esto. Hoy en día, es mi tío favorito, una especie de padrino o algo así. La última vez que lo vi, estaba presentándome como DJ en Nueva York y el se acercó, vistiendo un traje blanco, y se bailó la vida toda la noche; hablamos muy poco, me abrazó y se fue. Pero saber que estaba ahí fue genial».
Las presentaciones efervescentes como DJ de Yorke se han convertido en otro canal de escape para su recientemente encontrada levedad. En parte, comenzó como un poco de nostalgia – «lo hacía cada noche de viernes cuando estaba en la Universidad, y empecé a extrañarlo» – pero también extrañaba conectarse con el público sin toda la presión de tocar. Él usa la oportunidad para explorar los mismos límites que explora con Atoms for Peace, entre los sonidos en vivo y digitales. «Cuando estoy como DJ, siempre pongo un tema afrobeat entre los temas con la misma velocidad porque relaja todo. Es más humana … «.
Radiohead se ha mantenido siempre en el límite de esa moderna disyunción total. Desde el seminal álbum OK Computer en adelante, la banda pareció venir a evangelizarnos acerca de las posibilidades de un mundo digital, especialmente con el lanzamiento «a la gorra» de In Rainbows. Yorke es un poco más escéptico al respecto ahora.
Días antes de la entrevista, Yorke ha estado viendo un boxset de la serie All Watched Over by Machines of Loving Grace de Adam Curtis (BBC), acerca de las implicancias de un futuro digitalizado, por lo que estos argumentos están frescos en su mente. «Estábamos muy emocionados con la red durante la época de Kid A«, dice. «Realmente pensamos que podría ser una forma sorprendente de conectarse y comunicarse. Y luego comenzamos a tener reuniones donde la gente preguntaba sobre lo que hacíamos como un ‘contenido’. Nos mostraban cartas de grandes compañías mediáticas ofreciendo millones para promocionar teléfonos celulares o lo que sea, y repetían que todo lo que necesitaban era algún ‘contenido’. ¿Qué es este contenido que quieres? ¿Simplemente ocupar un tiempo y espacio con algo, emociones, para que lo puedas vender?».
Pensando que se estaban alejando de la industria de la música corporativa con In Rainbows, ahora teme que le dieron terreno a Apple, Google y el resto. «Han estado transformando todo en productos, para mantener el precio de las acciones arriba, pero eso ha reducido el valor de la música y los diarios a cero, mientras que ellos ganan millones. ¿Es eso lo que queremos? Todavía creo que tiene sus puntos débiles. No tiene sentido para mi. De todas formas, All Watched Over by Machines of Loving Grace. Las relaciones humanas como mercancías a través de las redes sociales. ¡Sorprendente!».
Creo que una de las respuestas principales a esa especie de venta son las presentaciones en vivo. El año pasado, Radiohead salió de gira e interpretó muchos temas antiguos así como los nuevos. Tocarlos debe ser como ver fotos viejas, ¿no?
«Si, con cortes de cabello feos; de los que he tenido varios…»
Es también, me imagino, un viaje político … la esperanza en que todo iba a mejorar de 1997 y la desolación que le siguió…
«Estuve mucho más enojado con los años de Blair en particular», dice. «Todavía lo estoy. Más que nada con el nivel de hipocresía. Siempre me resuena esa linea en ‘The Gloaming’, ‘son asesinos, nosotros no somos iguales a ustedes’. Somos todavía la generación que fue a una guerra ilegal. Y el que nos llevó está dando conferencias alrededor del mundo, y está tranquilo en su casa con un guardia armado. Cada vez que canto esa parte, pienso en él, sentado allí. Pensando en cómo lo dejé salirse con la suya con eso».
Me pregunto si piensa que su público se ha politizado en los últimos años.»Lo que me parece fascinante es esta generación en Estados Unidos que actualmente son estudiantes. En el período Hail to the Thief, 2003, estaba todo muy expuesto y tenías que ser cuidadoso al discutir algo. Los niños que nacieron después del 11/09 se dieron cuenta de que esta burbuja en la que vivían había estallado; política y económicamente. Su lugar en el mundo había desaparecido. Ahora se ven ciudades universitarias menos confundidas en Estados Unidos, más en sintonía con estos argumentos».
Al mismo tiempo, su último trabajo tuvo un tono menos bélico, no solo con Atoms for Peace sino también con la inflexión budista del último álbum de Radiohead, The King of Limbs, que incluye «Lotus Flower», un video en el que se puede ver a Yorke realizar un baile maniático, al estilo tai chi. ¿De dónde surgió ese espíritu payasesco?
En parte, dice, es una respuesta deliberada a las tendencias depresivas previas. Enfrentó cualquier desesperanza de la mediana edad con un plan de tres puntos, dice: «correr, yoga y meditación». No se describe como «balanceado» todavía, pero lo intenta. Mientras trabajaban en The King of Limbs, salía al parque temprano y se sentaba en los bancos por una hora. «Era algo importante entonces; quería tener la mente abierta para lo que pasaba en el estudio». Sugiere que este enfoque puede representar una política diferente para él – «estar más relajado a la hora de pensar te permite evitar ideas recurrentes». Le permite experimentar más placer físico a la hora de cantar, «cómo te hace sentir físicamente». Ha llegado a descubrir que las mejores cosas que suceden musicalmente «aparecen cuando estás muy inseguro y de cierta forma vas tropezando. Simplemente lo intentas y esperas».
Cuando estaba en California, con Flea, Yorke comenzó a surfear. Aunque todavía no es «muy bueno en eso», la experiencia le resultó un ejercicio de paciencia útil. «Solía tratar de forzar las cosas, en el estudio. Pero con esto, puedes pasarte horas sentado en la tabla esperando que venga una buena ola. No puedes enojarte con eso. Sabes que sucederá eventualmente y comienzas a entender que la espera en sí es parte del proceso. Parte de la diversión».
(c) Phil Fisk (c) Phil Fisk
Entrevista realizada por Tim Adams para The Observer, publicada el 23 de Febrero.
Preguntas del público.
¿Sientes que ahora tomas ideas de diferentes lugares, en comparación con tus inicios? Chris Robbins
Espero que mis ideas vengan de un lugar diferente porque mi vida ha cambiado mucho en los 20 años que llevo en esto. Espero que hayan cambiado tanto como la realidad.
Aunque todavía saco ideas de mi cuaderno, las canciones han cambiado en la misma forma en la que cambiaron los sonidos y los instrumentos musicales y las técnicas que me interesan. La forma en la doy con acordes o samples de los que pueden salir melodías de voz es completamente aleatoria. Caminando a ciegas. Cada tanto, un nuevo tipo de luz brilla sobre lo que tienes y lo que tendrás … luego se va. Y vuelves a la oscuridad.
Tienes muchas canciones sin grabar, ya sea por que no son muy buenas o por falta de interés. ¿Alguna chance de que aparezca una antología Radiohead/Yorke, una vez que se abran las puertas del depósito? Scott Fennelly.
No creo que haya tantas, pero si les preguntas al resto quizá te digan otra cosa. El problema nunca es acerca de qué trabajar, sino cómo hacerlo.
Y que todos nos reunamos en el mismo salón. Y que el viento sople en la dirección correcta. Y todavía encontrar buena tal canción y conectarnos con ella.
Creo que muchas canciones sufren por ser muy simples, entonces o las complicamos demasiado o en su simpleza radica la dificultad de grabarla correctamente. Es extraño, lo sé, pero es como es. Pero si, grabarlas finalmente, es lo que quisiéramos tanto como todos ustedes que las escucharon por años.
¿Qué música estñas escuchando actualmente? Rich Reid
¿Ahora mismo? Patrick Pulsinger y Plowing the Dark de DJ Glow.
Te encanta crear beats en tu computadora. ¿Cómo difiere eso de la composición convencional? Donovan Valle.
¿Me gusta crear beats en mi computadora? Me gusta usar hardware mucho más hoy en día. Aunque me gusta trabajar en mi laptop cuando viajo. No es componer, pero es lo mismo para mí que tocar el piano por horas o la guitarra o inventar riffs que luego desarrollas en canciones.
En este momento, me gusta mucho más usar sintetizadores y samplers para crear ideas de melodías. Toco el bajo también y canto, y hasta tengo una guitarra acá, afinada de manera extraña.
En una entrevista, dijiste que no te gustaba la idea de que un banquero escuche tu música. ¿Has perdido tu fe en el sistema bancario o crees que los artistas pueden influir en los banqueros? Katarzyna Slopien
Creo que los artistas pueden influir solo creando música que represente un reto para la gente, que les genere algo y los haga enloquecer. La música que repite lo que ya sabes no representa un reto o un estímulo, mata la imaginación, nuestras mentes y la habilidad de ver más allá de nosotros. Mi problema con los banqueros, o mejor dicho, con el sistema bancario, es que son la mejor encarnación del «jódete amigo«. No hay consciencia humana colectiva, no hay deseo de cooperación, todos somos esclavos del mercado. Es como si siempre fue así. No lo fue.
Estos banqueros han hecho una fortuna para ellos mismos robando, explotando y destruyendo nuestros bienes, nuestra fuerza laboral, los recursos y nuestro planeta. Todo protegido, asistido y ahora rescatado por el gobierno usando nuestro dinero. Los sacerdotes supremos de un Dios falso en el que ya no creen, muchas gracias.
Esa es la queja. En respuesta a tu pregunta, creo que muchos de ellos tienen mi edad más o menos, conozco algunos, y soy consciente de haber vivido una vida diferente a la de la mayoría de la gente de mi edad. Odio juzgar a nivel individual pero creo que cualquier fortuna que se haya acumulado en esta esfera no ha hecho felices a sus poseedores.
Espero, como dije, que la música, quizá hasta mi música, los ayude a liberar el miedo, el cinismo y la avaricia que están entre nosotros y el cambio definitivo. ¿Quién sabe? Quizá se despierten mañana y digan «¿sabes qué? Al carajo con esto. He encontrado mi consciencia, estaba en este traje que me trajeron de la tintorería recién y ahora la voy a usar y mucho».
Sintentiza a la industria musical en 5 palabras. Callum McCaig
Perro rabioso persiguiendo su cola