26 de junio de 2017

por Leonardo Ebel

1997 podría decirse que fue un año de quiebre en la música inglesa. Después de unos cinco años de fiesta continua, a la movida del britpop – que se había convertido en el estandarte de la escena musical de isla – ya se le venían viendo las ojeras y le resultaba difícil mantenerse de pie sin tambalear.
Las grandes bandas representativas de la música inglesa comenzaron a explorar otros rumbos: Blur se volcó hacia el indie lo-fi americano; Oasis se fue de viaje a los sesenta y setentas; Pulp mantuvo cierta continuidad pero atenuó los reflectores y se puso “hardcore”. Y aunque es discutible si realmente formó parte o no del britpop, Radiohead también eligió abandonar el camino más transitado para emprender un nuevo viaje. Un viaje en al que estábamos invitados si queríamos y cuyas reglas no serían impuestas por la industria, sino por la banda. Con OK Computer, Radiohead decidió darle rienda suelta a su instinto creativo en lugar de acomodarse a un mercado al que no le quedaba mucho más que explotar.

Si bien la banda de Oxford ya había encarado su segundo disco con una actitud que distaba de la complacencia que los sellos esperaban de una banda en su segundo LP, recién en su tercera producción lograron hacer el corte total buscado y lanzarse a lo que para muchos fue un “suicidio comercial” pero que para ellos era una reconexión consigo mismos que les permitió fortalecer su identidad.

Yorke y compañía nos largaron sin advertencias y de lleno en este nuevo (e inquietante para el seguidor habitual de la banda) territorio con el primer corte, “Paranoid Android”. Para la época que corría, no muchas bandas elegían como primer corte un tema de más de seis minutos, con pocos elementos inmediatamente pegadizos y compuesto de tres partes diferentes; ni hablar de acompañarlo con un videoclip a primera vista inocente (por tratarse de una caricatura) pero con un contenido bastante denso: escenas gay leather, mutilaciones, tetas, menores bebiendo… ¿escuché bingo en alguna mesa?

En OK Computer, los Jim Morrison-wannabes de “Anyone Can Play Guitar” fueron reemplazados por sombras de Miles Davis (la idea detrás de “Subterranean Homesick Alien” era, según Colin Greenwood, “crear espacios para después verlos desplomarse”, como en “Bitches Brew”), DJ Shadow (la batería procesada de “Airbag”) y Penderecki (con los violines a 1/4 de tono de cada uno en “Climbing up the Walls”).  La “gente mayor”, a quién Yorke solía dedicarles “High and Dry” definitivamente no encontraría mucho aquí tampoco pero ese vacío lo lleno Chris Martin a los pocos años.

Curiosamente, lo que más resalta del álbum dos décadas después de su lanzamiento es que debajo de toda la ingeniería de sonido – cortesía de Nigel Godrich, el ahora productor habitual de la banda – hay canciones con melodías y progresiones tradicionales. OK Computer ganó mucho renombre por ser un álbum quizá poco convencional para la época, pero lo que hace que perdure y hasta el día de hoy volvamos a él es que detrás de toda esa experimentación con técnicas hay una esencia que resiste la prueba del tiempo.
Inclusive los descartes – o menos peyorativamente, bsides – tienen la calidad necesaria para armar con ellos un nuevo álbum. Canciones como “Polyethylene”, “Lull” y “Pearly*” cuentan con el mismo tipo de melodía subyacente que puede ser camuflada con la producción, pero difícilmente deshecha.

Sin embargo, tanta libertad tuvo un precio. La banda se embarcó en una gira promocional que duró un año y medio – documentada en el film de Grant Gee, Meeting People is Easy – y dejó a los cinco miembros de la banda exhaustos tanto física como mentalmente. No fue capricho ni pereza dejar pasar dos años antes  de meterse al estudio nuevamente a trabajar juntos en un nuevo salto al vacío, Kid A. Pero de eso hablaremos en otra ocasión.

Mil maneras de escuchar OK Computer

El tercer álbum de Radiohead, OK Computer, está cumpliendo en estos días dos décadas de abrirnos la cabeza y hacernos ejercitar otras partes del cerebro. Probablemente, después de tanto tiempo, ya conocés de memoria los arreglos y detalles de los 12 temas del álbum, por lo que quizá esta lista con tributos en diferentes estilos te ayude a escuchar con oídos nuevos viejas melodías.

Radiodread – Easy Star All-Stars
El tributo reggae a OK Computer, realizado por los artistas del sello Easy Star (que también fueron responsables del Dub Side of The Moon, de Pink Floyd). “Let Down”, “Electioneering” y “Airbag” no tienen desperdicio.

https://open.spotify.com/album/6mHKb99Hv8tDv4xsYqNXW8

Strung Out on OK Computer – The Section String Quartet
Tributo realizado en cuerdas (viola y violins) que rescata la columna vertebral sonora del álbum y la pone al frente, sin tanto tratamiento.

https://open.spotify.com/album/4ZKKSH3cieLfnYZKWOrg7d

Stereogum presents … OKX
Con motivo de los primeros diez años del álbum, el sitio Stereogum compiló este tributo al tercer álbum de Radiohead con participaciones de David Bazan (ex Pedro The Lion), Vampire Weekend, The Twilight Sad, Chris Walla (ex Death Cab for Cutie) y Cold War Kids entre otros. Podés descargarlo gratuitamente y leer las opiniones de los artistas en este sitio.

Y como bonus tracks, te dejamos tres versiones de temas de OK Computer.

“Karma Police” por Palo Pandolfo, para su disco Antojo de 2004 y en español!

“Airbag” por el argentino Marco Sanguinetti y su banda, sacado del monstruosamente genial Como Desaparecer Completamente

“Lucky” acústico por John Frusciante en vivo, que aunque no fue editada oficialmente, merece la pena en esta lista.

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