30 de marzo de 2019

Ayer se realizó la ceremonia de inclusión al Rock and Roll Hall of Fame en Brooklyn, Nueva York. Solo Philip y Ed estuvieron presentes en la ceremonia, y el encargado del discurso de presentación fue nada menos que David Byrne. A continuación sus palabras…

Me sorprendió y halagó al mismo tiempo cuando Radiohead comentó que, si, eligieron su nombre en honor a una canción que yo escribí. Pero me tuve que preguntar ¿por qué esa canción? ¿Esa parodia tonta Tex-Mex? ¿Por qué esa? Nunca lo sabremos.
Por suerte, soy un gran seguidor de la banda. Se merecen de sobra este honor por dos razones: su música, la calidad y la constante innovación pero también la innovación en los métodos de lanzamiento de su trabajo – algo que ha afectado a toda la industria musical, y hay varios en esa industria en este salón hoy. Son creativos y astutos en ambas áreas, una inspiración rara e inspiradora.
Un pequeño dato: Radio 1, en el Reino Unido, se negó a pasar «Creep» porque lo encontraban muy depresivo. Pero al tiempo empezó a ganar tiempo de aire en otros lugares, y .. bueno…
Otro: Capitol Records pensó que lo que muchos consideran su mejor obra, OK Computer, era un suicidio comercial y ajustó el plan de marketing de acuerdo a esa idea. Con el tiempo llegó al número 1 en el Reino Unido. «Paranoid Android», de ese álbum, fue considerado el nuevo «Bohemian Rhapsody», lo que sea que eso signifique. Tengo ganas de ver la película, y ver quién hace de Thom.
Personalmente, mi momento de conversión fue el siguiente album, Kid A. Un álbum que unía la electrónica con formato de canción es algo que me sorprendió. Nunca había escuchado nada así. Hay elementos e influencia de Can y del período eléctrico de Miles Davis, pero era muy diferente.
Lo que realmente era extraño y muy alentador fue que resultó popular. Fue un éxito! Me demostró que el riesgo artístico tenía sus frutos y que los seguidores de la música a veces no son estúpidos. Parte de eso puede ser asegurado por algunos de los presentes. Así de experimental como fue, llegó al número 1 en los Estados Unidos. En lo referido a la industria, ya estaban innovando. Era el año 2000, con un app del que podías escuchar música online y acceder a cosas.
Ahora, algunos álbumes más tarde, con In Rainbows, la música que alguna vez sonó radical y periférica ahora se sentía natural. Y en aquel momento, tomaron la decisión de vender el álbum por el precio que uno quisiera pagar. Podías pagar nada, o un centavo. Podías pagar el precio de cualquier otro álbum de ese año. Resultó que muchos pagaron ese precio estándar y algunos aun más. Y eso, me pareció, fue lo increíble. Demostraron confianza en su público. Les confiaron ponerle un valor a la música y decirles: ustedes nos dirán cuanto creen que vale. Y la audiencia respondió diciendo que creían les parecía valía algo. Fue un maravilloso experimento social, no solo un experimento con la industria musical.
Más innovaciones llegaron con el tema rechazado para James Bond, «Spectre», en SoundCloud. Musicalmente, siguen evolucionando. Su último album, A Moon Shaped Pool, suena muy cinemático, como una película en tu cabeza. Han cambiado nuestra idea de lo que es la música popular y como puede ser lanzada y vendida al público. Por estas cosas, es mi honor presentarlos al Salón de la Fama del Rock and Roll

David Byrne, ceremonia de inducción al Paseo de la Fama – 29/03/19

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