RollingStone publicó hoy otra parte de la entrevista que tradujimos en los últimos días, donde Thom se refiere directamente a las críticas por el show que la banda tiene planeado en Israel en Julio próximo.
El tema ha generado mucho malestar. Hay mucha gente que no está de acuerdo con el movimiento BDS (Boycott, Disvestment and Sanctions) [quienes le escribieron una carta pública a la banda solicitando la cancelación del show], como nosotros. No estoy de acuerdo con la prohibición cultural, tal como J.K. Rowling, Noam Chomsky y una larga lista de otros artistas.
Hay gente a la que admiro [que los han criticado por esta decisión] como Ken Loach, a quienes no me atravería a decirles dónde trabajar o cómo pensar o qué hacer. El tipo de dialogo que mantienen es de blancos o negros. Tengo problemas con eso. Es muy molesto que hayan elegido actuar así y en lugar de dialogar personalmente, nos tiran mierda en público. Es muy irrespetuoso asumir que estamos mal informados o que somos idiotas como para no tomar decisiones personalmente. Creo que estaban siendo condescendientes; es muy ofensivo y no logro entender por qué ir a un concierto de rock o participar de una clase en la universidad es un problema para ellos.
El tema de la universidad es algo peor para mi. No logro creer que sea en serio. ¿Cómo es que no puedes ir a hablar con gente que quiere aprender cosas en otro país? El único lugar en el que pueden ser libres de expresar lo que deseen. ¿Quieres decirle a esta gente que realmente no pueden hacer eso? ¿y eso los va a ayudar?
La persona que sabe más de esto es Jonny. Tiene amigos palestinos e israelitas y su esposa es árabe y es judía. Toda esa gente que nos critica desde lejos diciendo que no sabemos nada al respecto no imagina cuánto ofende eso a Jonny. Imaginate el malestar que causó tener que leer esto en los shows. Asumir que no sabemos nada. Y colocar la palabra «apartheid» para que parezca suficiente. Es una mierda. Es un enorme gasto de energía, que podía ser usada para algo más positivo.
Esta es la primera vez que hablo al respecto. Parte de mi quiere permanecer callado porque lo que diga puede causar una gran reacción. Pero al mismo tiempo, si quieres que sea honesto, si, es muy molesto ver que artistas que respeto piensan que no somos capaces de tomar una decisión moral por cuenta propia. Nos tratan de tontos y me parece muy estúpido que crean tener el derecho de hacerlo. Es extraordinario.
Imaginate como impactó esto en mi relación con Nigel. Gracias Roger. O sea, somos mejores amigos, pero esto … ¿en serio?
Godrich respondió que no cree en boycotts culturales, y no cree que sean positivos. «De hecho creo que se puede decir que la gente a la que le quitas tu música es la gente que está de acuerdo contigo y que no está de acuerdo con su gobierno. No es una buena idea por eso. Thom y Roger son similares en muchas cosas pero no acuerdan en esto. Pero al mismo tiempo ni siquiera se han reunido. Creo que Thom quiere proteger a Jonny, y lo entiendo. Pero no estoy en medio de Thom y Roger. Carajo, no quisiera tener que estar entre esos dos.
Thom agregó que «todas eso causa una energía divisiva. No estás juntando a la gente. No estás alentando el diálogo o el entendimiento. Si estás buscando hacer progresar a la sociedad pero creas una grieta, ¿qué obtienes? Una Theresa May de mierda, un Netanyahu, un maldito Trump. Y eso es divisorio.
Algunos tipos llevan incorporado el enano fascista y/o el dictador bolchevique -bah, la misma basura con diferente nombre- y lo sacan a pasear sin entender que no tienen la menor entidad para decir a persona alguna qué debe hacer de su vida, dónde o no debe estar, dónde vivir o de qué. Son los mismos que, con visiones oníricas y frustración de «dirigentes sociales», pretenden llevar de las narices con retóricas y doigmas prehistóricos a confrontar dando portazos en disonancia con posturas y conductas de comunidades con las que niegan todo principio de cpincidencia.
Esto es peor aún, cuando un representante de la cultura, en este caso del arte musical, insta a sus colegas a levantar banderas de frialdad lindantes con el odio xenofóbico: el arte y la cultura son universales, las políticas de Estado no.
En síntesis, Radiohead decide sin que nadie presione ni pretenda obligar al grupo a sumerse a una movida sin sentido.
Y el grupo hará honor al compromiso. Los fans israelíes van a tener la felicidad de asistir a disfutar de un show de Radiohead… nada menos. A escuchar sus hermosas cancioones, a pasar un momento inolvodable. Todo eso que constituye cada concierto de la banda.