6 de noviembre de 2021

Thom Yorke y Stanley Donwood

SD: El mundo en el que vivíamos cuando hicimos esto era tan inocente que me cuesta pensarlo. Fue antes del 11 de Septiembre [de 2001], antes de la «Guerra contra el Terrorismo», antes de la unión de la policía y los militares – todos los cambios que nos trajeron a la posición en la que nos encontramos hoy. No era posible saber qué pasaba en el mundo de la manera que podemos hoy; las noticias se han convertido en una especie de sustituto del entretenimiento.

TY: Todos los involucrados sentimos que habíamos estado en una especie de circo mediático por un tiempo, después de OK Computer. Personalmente, estaba agotado mentalmente, como Stan. Todos estábamos así, de cierta forma. En lugar de sumergirnos en la atmósfera de felicitaciones que nos rodeaba, hicimos lo opuesto. Teníamos el deseo salvaje de estar completamente afuera de todo lo que sucedía, y mucha ira, y desconfianza. Y eso se entrometió en todo. Era algo exagerado, muy poco saludable – pero es donde estábamos.

SD: Había mucho patriotismo y triunfalismo en la cultura popular

TY: Sentimos que la sensibilización estaba experimentando un cambio incómodo. Quizá fue la desilusión rápida que nos dio Tony Blair: toda la idiotez de Cool Britannia y todo el arte gráfico – eso que llamaban «arte brit», y todo el fenómeno YBA (Young British Artist) que tuvo lugar antes. Simplemente no resonaba con nosotros. La frase «un giro con una sonrisa» estaba siempre en los medios, por el tono agresivo y egoísta de los comunicados del gobierno del Nuevo Laborismo. Era un fenómeno extraño para experimentar, y uno que ahora se toma por dado: una obsesión por cómo lucís en lugar de por lo que haces.

SD: Mucha gente estaba desilusionada por la integridad, o la falta de ella, respecto a Tony Blair.

TY: queríamos construir un estudio, y no estaba listo, así que hicimos un viaje extraño a París, y fuimos a una exhibición…

SD: David Hockney en el Pompidou. Increíble. Básicamente, eran un montón de lienzos, pero se sentía como si fuera algo del tamaño del Gran Cañón. Y eso fue el puntapié de todo esto: pintemos paisajes enormes, cosas épicas.

TY: Y después fuimos a Cornwall, inspirados por Hockney, y vagamos por los páramos … ¿te acordás de eso?

SD: hacía mucho frío

TY: demasiado. y solo llevamos los colores equivocados, y unos lienzos gigantescos.

SD: Pensé que sería divertido pintar solo con tonos de azul y violeta.

TY: Nos sentamos en un círculo de piedras, y pintamos un largo rato. Y una pareja de gente mayor vino y nos preguntó qué hacíamos. Estaban entusiasmados por ver nuestras pinturas. Y eran completamente … azul y violeta. Se alejaron sin decir nada.
Tenía un bloqueo creativo total, y Rachel, mi pareja en ese entonces, me decía «dejá de intentar hacer música; abandónalo por completo por un tiempo». Por eso fue que terminé vagando, dibujando lo que veía. Paisajes. Los paisajes se convirtieron así en algo muy importante en lo que estaba haciendo, porque me relajaban.

SD: La creación de un mundo en el que podés contar una historia. Sentía que estaba rodeado de demasiadas cosas y quería alejarme: todas estas ideas, estas interpretaciones de los asuntos actuales, política, historia. Pero parecía que no podías hacerlo aisladamente: tenías que crear una estructura en la que tuviera sentido, sino solamente serías un loquito en el colectivo.

TY: Podes agarrar los libros de notas de la época de cualquiera de nosotros y ver que los monólogos eran auto-destructivos. Sentarse en frente de un paisaje y tratar de representar cómo nos sentíamos – elegir escuchar eso y no la mierda en tu cabeza – era una experiencia enormemente liberadora. Pasé mucho tiempo solo, tratando de alejarme del ruido auto-destructivo en mi cabeza … pero sentía que estaba detenido completamente en un viaje doloroso: falta total de confianza en mi mismo, cinismo total por nuestro éxito, desconexión total con nuestra propia cultura, pero al mismo tiempo sabiendo que estábamos en una posición muy privilegiada.

SD: Y al mismo tiempo estaba como consumido por una preocupación de que …
TY: … de que todo era una idiotez. Sentir que eramos unos mentirosos todos los días y que alguien iba a sacarnos las máscaras en cualquier momento.
SD: Bueno, no ha cambiado eso …
TY: No había un mapa. Simplemente tratábamos de seguir nuestros instintos.

SD: Sentíamos como que si desarrollábamos un método, eso era algo malo. Si haces algo siguiendo un método, simplemente terminas con el mismo resultado en diferentes iteraciones. Tratámos de destruir nuestros métodos, de destruir los hábitos. Básicamente, tratámos perversamente de hacernos las cosas más difíciles todo el tiempo

TY: Creo que no teníamos que intentar. Simplemente lo hacemos.

SD: Ambos discos, en mi cabeza y personalmente, se sentían diferentes. Kid A era como una pila de mensajes incesantes en una contestadora que nadie escuchaba, y Amnesiac – tenía la idea de que Amnesiac era como canciones que habían sido dejadas en un cajón de una cómoda sucia, en un altillo. De cierta forma, ambos estaban … llamando la atención, pero habían sido olvidados. Pasaba mucho tiempo en Londres … creo que enloquecí un poco, porque comencé a pensar que Londres era una especie de cárcel.

TY: No sé por qué comenzaste a dibujar minotauros; no sé por qué comenzó eso.
SD: el laberinto
TY: Hablaba de eso todo el tiempo, de este laberinto…
SD: estaba obsesionado con eso

TY: Todo el tiempo. Y se hizo parte de lo que estaba pasando. El minotauro condenado a repetir sus errores en el laberinto. Teníamos un plan armado para un zigurat, en el que la gente podría ingresar virtualmente y construir una sala en el zigurat, y dejar mensajes para otros…

SD: Y tenían que usar un cierto número de caracteres. Básicamente, inventamos Twitter antes de Twitter, pero no hicimos dinero con eso.

TY: se llamaba El Zigurat Bizantino. Pero no queríamos los datos de nadie, y por eso nunca iba a funcionar.

SD: Al comienzo, yo era como un predicador de la Internet; pensé que iba a ser genial. Pensé que iba a ser como los caracteres móviles de Gutenberg; iba a revolucionar el mundo, y lo hizo, pero de una forma que no predijimos. Se ha convertido en lo peor que puedes imaginar.

TY: Pero volviendo al arte y a la música: para mí, las criaturas de Amnesiac eran como voces abstractas, semi cómicas, estúpidamente oscuras y falsas que nos peleaban mientras tratábamos de trabajar. Personificaciones del humor de esos días, que permeaban todas las canciones y las composiciones. Los terroristas sin rostro; los políticos egoístas, los CEOs abrazándose.
La naturaleza de ser un compositor de música, o pintor, o lo que sea, es retener un estado mental de principiante. La búsqueda es el punto. El dar vueltas es el punto. El proceso es el punto. Me gusta la idea de que me den algo de material y encontrar una narrativa que nadie más ve. Me gusta cuando Jonny me da algo de material, o Stan me da algo que escribió, y yo digo «esto, y este pedazo». Y asimismo, lo que hacen con lo mío. Stan es muy bueno viendo cosas en algo que hice y que estaba a punto de tirar. Eso significa que siempre estás trabajando más allá de lo que esperás.

SD: Creo que es más productivo trabajar con otra gente que trabajar solo … me parece.

TY: si, siempre. El simple hecho de que nunca se nos cruzó por la cabeza que pintar en el lienzo del otro era un problema, o escribir en el escrito del otro..

SD: Empezábamos con dos lienzos en blanco uno al lado del otro, y después de cierto tiempo, nos cambiábamos y comenzábamos a trabajar en el lienzo del otro. Y básicamente hicimos eso hasta que alguien … «ganaba» la pintura.

TY: siempre él

SD: Si, pero no soy bueno en música, por lo que es justo. Y con la escritura era lo mismo … un ida y vuelta. Suelo versar sobre un estilo de escritura muy meticuloso, excesivamente detallado y un poco anal – y lo mismo pasa con los dibujos y las pinturas. Thom es un poco lo opuesto

TY: Yo no tengo un objetivo, doy vueltas, experimentando con muchas cosas diferentes, sin preocuparme si se transformará en letras o no. Y Stan hacía lo mismo; Stan había empezado a escribir historias, y eso tenía una influencia en mi. Fue creciendo.
Me gusta pensar que la naturaleza extraña de cómo hicimos esto, para quien quiera saber; espero que les inspire una forma de celebrar esta idea de un proceso. Simplemente ir donde te lleve la corriente. Sin buscar un resultado final; sin necesariamente tratar de llegar a un punto. Eso es realmente importante para mí.
Había mucha desilusión en la década del 20 por la Primera Guerra Mundial y por el positivismo de la Revolución Industrial, ¿no? Pasó la Gripe Española, con millones de muertos … y en cierto punto todo mejoró. Todo mejora, y pasaron los Locos 20s. Hubo una explosión en la música, el arte y la cinematografía. Lo que es interesante es que somos testigos, por un lado, de la determinación de algunos estados, como Gran Bretaña, de hacernos parte de una horrorosa especie de razonamiento contradictorio. Que te digan que todo es hermoso mientras que millones mueren todos los días. Que el gobierno te diga que están haciendo todo bien. Eso es lo que ingerimos.
Pero también estamos desesperado por algo real y verdadero que resuene con nosotros. La gente está leyendo más. Han estado viendo más películas. Creo que habrá una reacción importante. Kid A y Amnesiac son, por lo menos, una celebración de lo que es posible cuando un grupo de gente se reúne y se olvida de todo excepto de crear una obra que resuene con ellos en ese momento, como si fuera el fin del mundo. No sé por qué pensamos que eran el fin del mundo, pero creo que lo hicimos; era el cambio de milenio, capaz. Pero esa especie de locura es importante. Así lo veía yo, al revisar todo este material, pensando «¿Quiénes son estas personas? Necesitan ayuda», pero al mismo tiempo sentía gran orgullo por esa gente en esa sala.
Finalmente aplicamos lo que aprendimos. Lo único que me hubiera dicho a mi mismo en ese momento – a todos, pero especialmente a mi – es que esa voz que te dice que quemes todo y te marches, que todo lo que haces es una porquería … tenés que poner a esa persona en su lugar. Te parece que ayuda, pero no.

SD: no puedo creer que haya sido tan pesimista. Ahora que el calentamiento global se solucionó y que todos los conflictos se resolvieron, mi visión sombría de la existencia parece absurda.

Fragmento del libro con arte de Stanley Donwood y Thom Yorke, que se vende como parte de la edición aniversario de Kid A y Amnesiac.
Fragmento publicado por The Guardian, el 4 de Noviembre de 2021.

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