¿Cómo te involucraste en el proyecto de Spencer?
Recibí un email del director, Pablo Larraín. No conocía su trabajo, por lo que me envió su película The Club, que me pareció muy emotiva. Me gustó mucho comunicarme con él porque ambos tiramos ideas sobre cómo podría ser la música. Es una persona muy energética.
¿De que manera querías que tu música se diferencie de otras películas biográficas de la realeza?
Le expliqué a Pablo que normalmente hay mucha música clásica en las películas sobre la realeza. Podes usar piezas de Handel o cosas que se parezcan a él. Vi algunas películas sobre la realeza, repletas de tomas fugaces de Buckingham Palace y con vientos de fanfarria y pianos tintilantes por arriba. Yo quería enfatizar el caos y lo colorido detrás de Diana, yuxtapuesta en esa tradición tan barroca. Es lo que la película hace también.
¿Como lo lograste?
Sugerí usar una orquesta barroca, por lo que escribí música en ese estilo común de la realeza (con timbales, claves y órganos de tubos). Después, mientras tocaban, reemplazamos a la orquesta con músicos de jazz libre. Ellos podían tocar los instrumentos,pero hicimos que se transforme en una pieza de jazz libre. Eso fue emocionante, fueron geniales. El trompetista, Byron Wallen, me voló la cabeza. Habiendo dicho eso, se sintieron un poco restringidos por los acordes; como si quisieran improvisar sobre la canción de Antiques Roadshow. En general suena bastante barroca, pero deja lugar a la anarquía y el caos.
¿Cómo te sentís acerca de la princesa Diana después de la película?
Te hace darte cuenta de lo claustrofóbica que debe haber sido su vida. Está ambientada en la navidad de 1991. ¡Las celebraciones familiares son una pesadilla para cualquiera! Tener que pasar por eso y que te muestren ocho vestidos, en que momento usarlos, que te digan donde estar y qué decir…no suena muy divertido.
¿Cual es tu opinión sobre la familia real en general?
Acuerdo con la opinión de Stephen Fry; la familia real es una institución absurda, pero deshacernos de ellos no cambiaría nada. Como él dice, si miras a otros países europeos que mantuvieron sus familias reales, son curiosamente los paises más liberales y avanzados socialmente, como por ejemplo Suecia y Holanda. No me parece que Francia sea más libre o liberal de lo que somos nosotros, por lo que mantener a la familia real es preferible a quien sea que termine de presidente. ¿Quién debería vivir en esos palacios? Seguramente es mejor que sea alguien bastante particular.
Después de nueve bandas sonoras, ¿te sentís cómodo como compositor?
Todavía me equivoco, honestamente. Todavía le llevo horas de música a los directores que encajan en escenas que duran solo unos pocos minutos. No he hecho una persecución de autos y rara vez hago música que deja lugar a los diálogos. Eso es componer en serio. Todavía acuerdo con la idea de que es mejor grabar música sin pistas de guía,o preocupándote de que encaje en la escena.
Es por eso que me gusta ser parte del proyecto desde el comienzo, dándoles música a los directores mientras filman. De esa forma, ellos pueden reproducir la música en el set, y eso puede guiar la atmósfera en algunas escenas. Tiene más sentido eso para mí que me digan “acá te es la película terminada, tienes tres semanas para ponerle música”.lo que pienso yo es “planeaste el maquillaje seis meses atrás, ¿por que no hiciste lo mismo con la música?” Me parece una manera extraña de trabajar.
Que siempre te equivoques, ¿significa qué hay ideas que nunca funcionan en una película?
Claro. He terminado otra película, Power of The Dog, con Jane Campion. Puse todo mi esfuerzo en que el banjo suene como un instrumento clásico contemporáneo con cuerdas atonales. Te sorprendería enterarte que no funciona. El banjo puede ser oscuro y siniestro, y eso sí funcionó. Pero apenas lo usas como acompañamiento, suena cómico. Eso fue bastante difícil. Para salir de ese callejón, comencé a tocar el cuello como un banjo, y eso parecía encajar en la película.
No hice eso en Spencer. Pero originalmente comencé interiorizándome en la música que le gustaba a la princesa Diana, con la idea de que así podía meterme en su cabeza. El problema es que eso te lleva a mucho Dire Straits, Go West y Andrew Lloyd-Webber. ¡Probablemente haya tomas no usadas en las que juego con teclados ochentonas horribles! Sentí que ese tipo de cosas no necesitaba imitación. Además de eso, la película está ambientada en 1991, por lo que usar jazz libre de los 70 tenía tanto sentido como cualquier otra cosa.
Te has mantenido ocupado… durante el aislamiento, comenzaste una nueva banda…
Si. The Smile nació del deseo de trabajar con Thom durante el aislamiento. No tuvimos mucho tiempo, pero queríamos terminar algunas canciones juntos. Fue un proceso con parates, pero disfrutamos mucho hacer música.
¿Cuando podremos escuchar el álbum de The Smile?
En gran parte ya está listo. Tenemos un montón de música y estamos viendo que poner en el álbum; que tanto poner, si realmente está listo o necesitamos arreglar algunas guitarras. Espero aparezca pronto, pero no soy la persona correcta para decirte eso.
Soy el más impaciente en Radiohead. Siempre dije que prefiero que los álbumes sean 90 por ciento de lo buenos que son, pero que salgan más seguido, o cual sea el porcentaje real. Siempre sentí que mientras más te acercas al final, los cambios pque introduzcas son menos notorios. Hubiera dicho que The Smile podría haber salido hace algunos meses, pero no sería tan bueno. Siempre soy impaciente y quiero hacer más.
Tocaron “Skating on The Surface” en el stream de Glastonbury. Ese tema apareció primero con Atoms for Pesce y después Radiohead lo tocó en 2012. ¿Como se convirtió en una canción de The Smile?
Bueno, no se si es una canción de The Smile en realidad. Grabamos todo lo que tocamos en Glastonbury, pero no se si todo estará en el álbum. Como dije antes, tenemos un montón de música que revisar. Me alivia que el proyecto de Spencer termina esta semana, así la semana próxima podemos concentrarnos en The Smile y asegurarnos de que todo sigue bien.
¿Saldrán de gira con The Smile?
No tengo idea. No hemos hablado de eso ni decidido; pero sentimos que debemos reconectarnos con el mundo exterior después de trabajar en esto solos. La verdadera prueba es cuando la gente lo escucha. Estoy entusiasmado por eso, porque lo que opine la gente es más gran parte de la motivación para hacer esto. Nunca entendí la idea de hacer música solo por hacerla. Recuerdo bandas que me gustaban que sacaron álbumes que me decepcionaron. El miedo a que eso pase es grande. No conozco a nadie que no piense en eso.
La opción fácil para recibir reconocimiento siempre son las reediciones. ¿Qué pasó con los rumores de las ediciones aniversario de Kid A y Amnesiac?
Estamos hablando de eso, creo. Esas cosas llevan mucho tiempo, y el deseo de sacar nueva música suele ser más interesante. Es bueno volver a las cosas viejas a veces, así que veremos qué pasa.
La claustrofobia ¿cambió del tipo de música que escribes?
Me ha llevado a tener menos miedo de hacer música extensa. Siempre me da pánico que después de los primeros tres minutos me aburro y seguramente todos también sienten lo mismo. Recientemente escribí una pieza de música para órganos de iglesia que dura ocho horas. No se si alguna vez lo tocarán; y suena pretencioso ahora que lo pienso. Pero realmente me da curiosidad el por qué todo me aburre después de los tres minutos, y quiero cambiar eso. Me criaron con la idea de los gloriosos tres minutos de una canción; por eso me encantan bandas como Pixies y Magazine y esas banda que lograron motivarse asegurándose de que su mensaje no sea aburrido. Al mismo tiempo, hay una movida de prestar atención a lo que escuchas, y ajustar tu ritmo a eso.
¿Cual preferís?
No logro decidirme por uno. Con The Smile y Radiohead, siempre pienso que podemos recortar parte de canciones y me pregunto a mi mismo, lleno de pánico, si podemos recortar a tres minutos algo de cuatro. Y eso está bien; preocuparte de no recargar algo. Pero también tienes la música india, que requiere de tu atención por 20 o 30 minutos, porque hay mucha tensión en esas melodías y varían muy poco. Pero cuando varían, hay una liberación de esa tensión. Esa música está lejos de ser relajante o de poder ser usada durante un masaje; es música que produce ansiedad porque te preguntas como el músico va a desarrollar algo con tan pocas notas, como va a lograr salir de eso. Escuchar eso es una experiencia mucho más comunal.
Aprovechando la oportunidad, ¿qué pasó con tu sello, Octatonic?
Los dos álbumes que lanzamos fueron geniales, pero no parecen haber llegado a la gente. Hay una línea delgada entre estar entusiasmado y querer promocionar esa música y el miedo de que comenzaste un proyecto completamente porque podes hacerlo. Eso sería horrible. Quiero esperar y ver si la gente estará realmente interesada en otro álbum. Si es así, genial. Sino, ya está fuera de mi control.
¿Algún director con el que te encantaría trabajar en una banda sonora?
No lo pienso de esa forma. ¡Recibo muchos emails molestos de Paul Thomas Anderson sobre algunos proyectos potenciales! Suenan interesantes y particulares, así que estoy analizándolos mientras sigo con otras cosas. Disfruto mucho dl momento en el que pienso sobre la música; divagar y pensar como describir musicalmente eso de lo que PT habla. Es algo muy auto indulgente, pero divertido. Soy muy afortunado.